7 de mayo de 2010

Percepciones De Los Siete de Mayo


Desde hace muchos años, desde que me fui a vivir sola, todos los día siete de cada año sonaba el teléfono de mi casa a las ocho menos cuarto de la mañana y siempre, años tras año escuchaba las mismas palabras: A estas horas, el día que naciste yo estaba allí, en la habitación, te cogí en mis brazos y te oí por primera vez llorar, felicidades, muchas felicidades nena. Era mi padre, año tras año lo hacía, puntual como un reloj, a las ocho menos cuarto en punto, a la hora en que yo nací, a la hora que por primera vez en mi vida vi la luz.

En los últimos años mi teléfono no ha dejado de sonar nunca a esa hora, todas las ocho menos cuarto de todos los siete de mayo, yo lo he oído y mi teléfono ha sonado fuerte, aunque no se escuchase el timbre…

Blondie

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.