Este año mi cumple ha sido inquietante, pero no por haber
cumplido un año más o por haber tenido más o menos regalos sino porque llevo
desde marzo viendo cómo se muere demasiada gente y sintiendo una inmensa
impotencia por no poder hacer nada para evitarlo excepto estar en casa sin
salir para ayudar con mi granito de arena a evitar el contagio.
Tenemos un virus asesino que nos está matando y nos está
asesinando el alma, nuestro modo de vida, las caricias, los abrazos, los besos,
las sensaciones y sin horizonte en el que puedas vislumbrar que se ha largado.
Y ya solo podemos vivir de los sueños, ya nada importa,
ningún objeto material tiene importancia porque, al menos a mí, este virus me ha hecho replantearme las cosas,
entender al doscientos por cien eso de que la vida se forma de momentos, de
instantes inolvidables, de esos que viven en ti para siempre hasta que ya no
puedas recordar o te hayas ido…
Sé que no estoy siendo nada positiva al escribir esto ahora aquí,
pero al fin y al cabo ¿qué más da?, no creo que nadie lo lea, pero es lo que
hay…
Sí, es lo que hay, así me siento el siete de mayo de 2020,
triste y encogida, impotente y asustada, cabreada con un puto virus injusto y cruel, indignada
por la mierda de los intereses de todos
y cada uno de los políticos de todas las ideologías, preocupada porque mi
planeta cambie y ya nunca podamos juntarnos, reír, bailar, sentir y hacer el
amor todos hasta hartarnos…
¿Lo ves?, es lo que hay, puede que vengan tiempos mejores,
probablemente, aunque lo probable es inseguro y no es el ahora.
Si me estas leyendo, intenta entenderme, es lo que hay…
Simplemente es lo que hay…
maliZia kiss