24 de mayo de 2010

Fragilidad

Cuando te despojan de pulseras y abalorios, te quitan la ropa y tan solo cubren tu cuerpo con una bata verde, calzan tus pies con unos patucos también verdes y cubren tu pelo con un gorro de ese mismo tono verde, te sientes tan indefensa que es cuando percibes tu propia fragilidad.

Hoy me vestirán así y aunque sea para algo pequeño, hoy me sentiré frágil y sentiré temor cuando tumbada en la camilla vea ese horrible plafón lleno de luces en un quirófano, hoy me sentiré muy frágil cuando escuche las palabras tranquilizadoras del médico al saludarme sonriente, hoy es un mal día para mi aunque sepa que no tiene importancia, pero no me gustan los trajes verdes de tela papelona y áspera que huelen a éter, ni las calzas, ni los gorros y mi cuerpo se pone alerta ante esa agresión y ante los ruidos que emiten los aparatos que te monitorizan, se tensa y se vuelve huraño y mi mente viaja rápido y cada tic de cada aparatejo pienso que es el último tic de mi corazón. Así soy yo, aprensiva por naturaleza y eso que a pesar de que cuando nací no me dijeron que la vida es tan difícil, tan complicada a ratos y que hay que guardar los miedos para lo grave, he ido aprendiendolo solita pero… El miedo es libre dicén¿no?

Voy a ir a regañadientes, a empujones, sintiendo cuando me metan, que me meten en el matadero.

Los médicos lejos, por favor, cuanto más lejos mejor, creo tan poco en ellos que pienso que solo sirven para recomponer a un accidentado de tráfico escuajeringado, en esos casos hacen autenticas virguerías pero para el resto siento pánico, autentico pánico que me dan esos de las batas blancas y las batas verdes, pero estamos en sus manos, que le vamos a hacer…

Hay que tener fe, porque la fe mueve montañas…

Blondie

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