De la Pluma al Boli
Mataría por descifrar tu caligrafía, por leer esos renglones
amontonados que se cruzan sin paralelismos, en tu pequeña libretita que tienes
ahora entre tus manos en el kiosquillo del parque. Acabo de enamorarme de tu
boli, le envidio porque el sabe lo que estas poniendo en esas hojas ralladas.
Pido otro café, ya voy por el tercero y tu ni te percatas de
mi presencia y yo te observo ensimismada como escribes, lo haces tan deprisa
que tengo la sensación que necesitas vaciar con urgencia algún dolor de esos
que oprimen el alma, de esos que necesitas gritarlo para no implosionar.
Continuas con tu vorágine caligráfica y yo tengo la sensación de ser una de esas
que va en el metro leyendo de prestado el periódico del de al lado, porque así continuo
yo en la mesa de tu izquierda mirando de reojillo todo el rato.
De pronto te levantas y te vas hacia el baño y dejas en tu
mesa tu gabardina y tu libretita y se apodera de mi unas inmensas ganas de
cogerla y salir pitando de ese lugar, pero me reprimo y espero estática
saboreando mi café.
¿Cómo va a terminar su escrito si se la quito? y por eso
decido no hacerlo, ya se la quitaré cuando termine si le pillo en un descuido, pienso. Al rato vuelves a
tu mesa, ni siquiera me miras, para ti soy invisible, y continuas escribiendo.
Yo soy una mujer anónima, tu eres famoso, te conozco por
eso, por tu fama y estas ahí, junto a mi durante horas sin percatarte de mi
presencia y yo mataría por saber lo que estas escribiendo, ¿será tu próxima
novela?
Me gustaría preguntártelo pero me siento en ese instante como una minúscula mota
de polvo a tu lado y renuncio a ello.
Se empieza a llenar el lugar y se acercan varios a tu mesa,
quieren autógrafos y selfies y tú resignado lo haces pero con la mente a
kilómetros de tus admiradores, creo que estas contrariado por tanta
interrupción, por la osadía de tu fans de separaros sin permiso a tu boli y a
ti, pero solo lo creo, la verdad no se muy bien sin en el fondo eso te gusta y
riega tu ego, que ya está bastante alimentado, no se muy bien con que conclusión
quedarme. Ya lo pensaré mas tarde.
¿Sabes?, soy muy observadora y percibo un ligero temblor en
tu mano cuando coges de nuevo el boli. Me gusta tu mano, es una mano vivida,
arrugada, llena de manchas, es la mano de un octogenario que posiblemente haya
pasado toda su vida solo, primero con su pluma y más tarde con su boli, sin
mirar a tu alrededor, tal vez por ser demasiado bueno escribiendo y no haber
intentado nunca bajarte del pedestal en el que un día todos te pusimos…
Blondie
maliziakiss.com