Blondie, En mi Baúl :El Puto Amo

En las penumbras de los anocheceres descubrí sus ojos una noche, me miraban fijamente, eran unos ojos lastimeros, suplicantes. No pude evitarlo, le invité a mi casa y ahora se ha hecho el puto amo. Es meloso y tierno, aunque cuando se enfada saca las garras y araña, no le gusta el agua y en esos momentos lúdicos y placenteros del baño se pone muy furioso. Cuando me observa pienso que me conoce mejor que yo a mi misma, es muy listo, sabe amar y que le amen y muy astuto. Decidí que tenía que marcharse de mi espacio, no quería asistir al espectáculo de ver como se apoderaba de él, así que le invité a dar un paseo en mi coche y cuando estábamos prudencialmente lejos de casa, le empecé a hablar de las estrellas para convencerle que debía salir y admirar ese inmenso cielo de junio cuajado de ellas. Al principio se mostró muy reacio, pero al fin la belleza del firmamento le subyugó y consiguió lo que yo no había logrado, que abandonase el mullido asiento trasero del coche y pisase tierra firme. Fue en ese instante cuando aprovechando su embeleso con el cielo, subí rauda y veloz a mi coche, giré la llave de contacto nerviosa, metí la primera y pisé a fondo mi acelerador. ¡Al fin sola!, ¡salvada!, pero al llegar a casa estaba allí esperándome arañando con su patita el quicio de mi puerta, me miraba con cachondeo, como diciéndome: mi no me engañas… Estábamos exhaustos, por lo que entramos juntos en silencio y decidimos acostarnos sin pelear. Ya tendríamos tiempo mañana para hacerlo…

Blondie