31 de marzo de 2008

Asi me sentía esta mañana...

Hoy lunes es un día limpio, nuevo, renovado, veo la vida a través de otro color, mas luminoso, mas intenso y me gusta…

Me siento bien, estoy contenta y llena de vida. Atrás quedaron ya las tristezas, ahora ha vuelto mi sonrisa, quiero investigar y descubrirlo todo, explorar lo inexplorado, hurgar en aquello que me produce bienestar y averiguar porque me lo produce.

Quiero comprarme un pájaro y dejarlo volar en casa en libertad, abrir todos mis balcones y enseñarle el camino de vuelta a casa, para cuando salga, por si quiere volver... y quiero tatuar mi piel, grabar a fuego lo que ya no tengo jamás que olvidar, eso que hace que la vida sea y se llene de la intensidad del color.

Voy a apostar por esto, aún a riesgo de equivocarme…

Atrás quedó ya mi desidia y mis ganas de no hacer nada, ahora me siento tan viva, que creo que voy a zamparme el mundo de un solo bocado.

Quiero comprarme un vaquero nuevo y caminar por el campo, hacer fotos y reír…sobre todo reír, reír…

¡Ah! y cortarme el pelo a lo garçon…

Blondie

30 de marzo de 2008

Quiero contártelo....

Esta mañana me he despertado rozando las estrellas, con esa sensación vivida entre sueños de un imposible hecho realidad, pero que al despertar he sentido de nuevo su imposible. Al abrir los ojos he tenido la sensación que mi cuarto era un útero y que mi sueño y yo estábamos dentro, ha sido como un pálpito, aunque no un mal pálpito, sino algo reconfortante, algo que me ha sorprendido porque no esperaba, algo que no creo que vuelva a suceder…

Y en ese momento con esa sensación de ensoñación, recién despierta, las imágenes van viniendo a mi cabeza de forma ilógica, desordenada, quiero salir de mi ensueño y ser benevolente conmigo misma, aceptar que ha sido solo eso un sueño, ¡pero no!, no...

Esta noche mi imposible ha sido real y ha sido mío, muy mío, tan mío como imposible me resulta ahora olvidarlo, tan imposible como posible será que jamás vuelva a suceder, y no quiero pensarlo, el miedo me invade por la falta de costumbre de sentir hecho realidad algo que jamás pensé que sucedería, pero ha sucedido y ahora ese sueño es mío, nadie podrá arrebatármelo, aunque insistas, aunque me lo pidas, ¡no te lo daré!, es mío y lo manejare a mi antojo, lo envolveré en charol y lo guardaré en mi mesilla para usarlo cuando quiera, para desenvolverlo cuando lo necesite y sentir que mi imposible es real, que sucedió, que ya no hace falta que vuelva a suceder porque ya ha sucedido.

¿Pero no te das cuenta?, ha sucedido pese a ser imposible…y tu no has podido evitarlo…¿y ahora que?, ¿ahora que hacemos con mi sueño?, ¿lo congelo?, ¿lo meto en la nave del olvido?, no, no lo haré, tranquilo, ya formas parte de mi, has entrado dentro y no te dejaré salir, a pesar de saber tú que te colaste, que fuiste un intruso…

Mejor me lo quedo, porque es mío y no me da la gana devolvértelo…,¿algo que objetar?

¿Qué te cuente algo de mi sueño?, ¿pero porque quieres saber?, si eres un imposible…¿quieres que te cuente que sentía tu aliento en mi nuca?, ¿que me acariciaba tu respiración?, ¿que tu boca me daba corrientes?,¿qué tus brazos hablaban a mi cintura?, ¿que tus manos eran la continuación de mi piel?, ¿qué tu cuerpo era un apéndice del mío?, ¿qué mis piernas te abrazaban?, ¿para que lo quieres saber?, si ya lo sabes…, si estabas aquí, junto a mí, en mi sueño, pero tal vez hay una cosa que no sepas…y es que huele, mi sueño huele, tiene olor y sabor, huele a ti y sabe a ti y es tan real como irreal es un sueño…

Y ahora desenvuelvo mi sueño, cierro los ojos y el olor me inunda, el sabor me pica y el recuerdo me marea…

Y eso ya es mío…mío…y vivirá en mi eternamente, mientras tu estas perdido en mi imposible y el charol descansa en mi mesilla…

Blondie

Le plus beau du quartier


Me gusta como silba la canción...

Blondie

29 de marzo de 2008

Y puestos a bailar........

Y puestos a bailar en el kiosco, también me pido esta...¿vienes?

Ay que chiquita yo vi como se me sonrio,
pero al acercarme no se que me paso
es algo muy raro que me hace Estremecer,
es amor que voy hacer...
uhu hu uhu yei yei
Como me tiemblan las rodillas acercandome,
no puedo sostenerme con mis propios pies
es algo muy raro que me hace estremecer
es amor que voy hacer, uhu hu uhu yei yei
No me pregunten que me puede pasar
siento tantas cosas que no puedo explicar
el corazon me cesa de latir
y me parece que me voy a morir..
Cuando tomo sus manos me estremezco asi,
y pienso que sus besos no podria resistir
es algo muy raro que me hace estremecer
es Amor, que voy a hacer uhu hu uhu yei yei
La luenga me se traba cuando voy a hablar
y temo que el cerebro se va a reventar
por eso pienso cuando puedo pensar
que esta chiquita yo la quiero de verdad
cuando tomo sus manos me estremezco asi
y pienso que sus besos no podria resistir,
es algo muy raro que me hace estremecer
es amor que voy hacer uhu hu uhu yei yei
Que voy a hacer.......
Los Llopis
Blondie

En busca de una respuesta...

Buscando entre los entresijos de mis neuronas, encontré respuesta a mi pasión por los kioscos de prensa y los “ Tío Vivo”: Son la esencia de lo inmutable, de lo que perdura en el tiempo, lo que no muere…

Móntate en el caballito del Tío Vivo, cuando termines de bailar en el kiosco de música.

Y sueña…

Blondie

28 de marzo de 2008

Quiero Ser Peggy Sue

Kiosco de música, parque de la Florida, Vitoria
Fotografias tomadas por maliZia_kiss esta misma mañana


El gran ventanal de mi habitación del hotel, me mostraba anoche en todo su esplendor el parque de la Florida de Vitoria, desde esa altura veía la catedral nueva iluminada y mágica. Me gustaba mirarla a través de esa finísima capa de chirimiri, que parece que no moja pero te cala como a un bobo.

Al despertarme esta mañana, el espectáculo había cambiado y el gran ventanal me lo muestra de nuevo. Hace un sol radiante y todo está lleno de luz y consigo ver con nitidez lo que anoche tan solo intuía. Veo la Catedral nueva y al fondo la vieja, el parlamento vasco y el parque, pero mi vista se clava fijamente en el kiosco de música, de color blanco y muy hermoso. Siempre me gustaron los kioscos de música y los carruseles de caballitos, los tiovivo, ambas cosas me gustan muchísimo y es que tienen un no se qué, que me atraen poderosamente y cuando los veo no puedo dejar de mirarlos y mi mente viaja…

Viaja…

Cierro los ojos por un instante y dejo que mi imaginación vuele…

Quiero ser Peggy Sue y bailar allí, en ese kiosco, una noche de verano, con mi vestido blanco y corto, ceñido a mi cuerpo hasta la cintura y lleno de vuelo...

Empiezo a moverme al ritmo de Buddy Holly con mi mp3, mi cintura se contonea lentamente y mis hombros se mueven libremente, muy despacio, de delante hacia atrás, de detrás hacia delante…en un ritmo rápido pero acompasado…subo el volumen de la música y dejo que me envuelva…

Todo es perfecto, el sol, la luz, las noticias que me han dado, aunque él no está…, no está...,pero yo cierro los ojos y le digo: ¿quieres bailar?, me llamo Peggy Sue, y bailamos, bailamos sin dejar de mirarnos, siguiendo el ritmo de la música.

Hace calor, la noche está estrellada y los chicos de la banda tocan muy animados, son delgados y sus blanquísimas camisas destacan en la noche. Hay mucha gente, está muy animado, la música suena fuerte y clara, entre las risas y las voces. Hace calor y me pido una limonada, que saboreo con placer, tengo tanta sed...

Él es muy guapo y no deja de mirarme mientras bailamos, así…, así…

Bailamos ajenos al resto de la gente, disfrutando de ese instante, mis zapatitos apenas si rozan el suelo, siento que floto y me dejo llevar…no quiero que la música se acabe jamás, suena alto, muy alto…quiero que siempre suene para mi…que nuestro baile sea eterno, no quiero dejar de bailar…

Quiero ser siempre Peggy Sue…


Blondie

27 de marzo de 2008

Cosas que pasan...

Cierro los ojos y veo todo eso que quiero ver, entro en mi casa, me quito los zapatos, ando descalza por mi parquet, miro mis geranios robados en mi último viaje, los huelo y me trasporta su olor a ese lugar en el que estuve, continuo por mi pasillo y llego al armario del fondo, lo abro, me meto en él y me acurruco, me encojo y me pliego, me pierdo entre mis abrigos buscando calor y solo encuentro el olor a alcanfor, su olor penetrante me marea, pero sigo allí, inmóvil, sigilosa, expectante, me siento en mi mundo, allí solo estoy yo, nadie puede verme, ni siquiera yo. Busco en el bolsillo de uno de mis abrigos y encuentro un euro, ¡soy rica!, ahora ya tengo dinero, quiero gastármelo, pero no hay bares, lo guardo como un tesoro en mi mano apretada, cierro los ojos y me duermo, no quiero pensar, porque mañana será otro día…

Blondie

26 de marzo de 2008

Miss y Mister Donuts

Miss Donuts es muy bella, viste de chocolate, es que le gusta muchísimo el color marron y no puede evitarlo y Mister Donuts es muy goloso y siempre se pone su impermeable de azúcar. Todos los días se encuentran en la misma mesa y como se han hecho muy amigos de los camareros, siempre en el último instante consiguen que les indulten la vida y los sustituyan por un par de crujientes croissants.

Y así van pasando los dias.

Miss y Mister Donuts se aman tiernamente, porque ya desde el alumbramiento en el horno de la tahona, supieron que estaban hechos el uno para el otro, que su amor sería eterno…Y se quieren comer pero no pueden, ya que saben que si lo hacen sería su fín y como se aman locamente, saben que solo pueden vivir su amor mirándose cada día en la mesa de ese viejo café.

Un dia de esos feos y oscuros, llenos de energía negativa, ásperos y desagradables, aterrizaron en el viejo café una pareja de obesos y escandalosos americanos, que al ver la mesa vacía donde se miraban tiernamente Miss y Mister Donuts, la ocuparon y furiosos y llenos de ansiedad por su gula, golpearon con el puño cerrado, enérgicamente los dos a la vez, uno a Miss Donuts y la otra a Mister Donuts, indignados al observar la dureza de los mismos.

Y así fue como Miss Donuts y Mister Donuts, terminaron con su amor triturado sobre una mesa de un viejo café…mientras las lágrimas de sus amíguetes los camareros, humedecían las migajas de su amor muerto.

Al fondo, el encargado del viejo café, bañado en lágrimas, colgaba un cartel que decía: Se reserva el derecho de admisión en este local, abstenerse americanos.

Blondie

25 de marzo de 2008

Polvo de Viernes Santo

Azucena es polvo de viernes santo, nació hace treinta y cinco años aproximadamente, el día de navidad, entre champagne y turrones y tiene hambre de amor. Sí tenía y tiene hambre de amor. Cada mañana desayuna tristezas, come incertidumbres y cena carencias. Quiere comer pero no encuentra el bocado exquisito. A veces le parece que lo que va a comer está rico, pero en el último momento, cierra la boca y no come.
A veces intenta aderezarlo para que le entre por los ojos, pero aún así en el último momento encuentra alguna pega. Hasta un día se compró el libro de un famosísimo cocinero para intentar, paso a paso, cocinarlo todo tal y como él decía, siguiendo escrupulosamente sus instrucciones.
Pero al final el resultado fue el mismo: plato rico rico, pero sin ese algo que ella buscaba a pesar incluso de haberle dado su pequeño toque personal.

Azucena tiene el alma almidonada, tiesa y como el caparazón está tan duro por el almidón, no hay cabida para el amor que tanto ansía…

Azucena quiere gritar a veces, pero al final siempre calla. En ocasiones ha hipotecado su corazón a cambio de una mirada, de una posible certeza, pero al final el resultado ha sido malo. En el último instante se ha dado cuenta que el interés que debía de pagar era demasiado alto y liberaba la hipoteca, prefería tener su corazón libre de cargas.

Y así ha ido caminando por la vida, coqueteando con el amor, con un corazón sin deudas y un alma endurecida por el almidón, tiesa y apergaminada. Pero tiene hambre, tiene hambre de amor, aunque lo calla.

Siempre espera que eso cambie, aunque jamás lo dice, siempre cree que a la vuelta de cualquier esquina estará ese bocado, pero cuando vuelve la esquina solo encuentra desencanto, desolación y frío.

Se crió entre algodones, viendo satisfecho siempre su último capricho, nada sabía de carencias hasta que descubrió que tenía hambre y se perdió en la noche esperando encontrarlo y de tanto buscarlo olvidó que el amor no se busca, se encuentra, no se compra, se obtiene, no se exige, se tiene, no se inventa ni se imagina, se siente, se palpa…

Caminó por la vida esperando saborear ese manjar que jamás llegaba, hasta que un día entró en su vida Javi Torrefacto.

¿Azucena, porque no comes?, - le preguntó un buen dia Javi Torrefacto-, porqué no encuentro el bocado exquisito, le replicó Azucena, dándose cuenta que Javi Torrefacto acababa de perforar su almidonada alma…

Y a partir de ese día Azucena desayuna una ilusión, come una certeza y cena una realidad…

Blondie

18 de marzo de 2008

BLONDIE FM: Ya me olvidé de ti

Comenta la canción: maliZia_kiss
Cantan : Los Secretos y maliZia_kiss

Ya sabeis...

Mi emiSora...

Tu emiSora...

Nuestra emiSora...

Vuestra emiSora...


Blondie

17 de marzo de 2008

Tristeza de Amor

No puedo pasar por mi blog, sin poner esta canción, es una especie de debilidad...

Blondie

16 de marzo de 2008

Blondie: Fotosensaciones y Fotolokuras


Blondie

15 de marzo de 2008

LA CANTERA

Cuando fuimos hacia la cantera no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar, tan solo queríamos pasar el día y hacer unas cuantas fotos, teníamos todo el día por delante para nosotros y nos sentíamos muy bien. Los dos sabíamos que teníamos facturas pendientes, cosas por hablar, pero ninguno de los dos queríamos ensombrecer ese día con toda esa mierda, habíamos decido unilateral y tácitamente guardar silencio sobre esos asuntos y disfrutar del día en la cantera.

El día era realmente bello, el sol resplandecía y el aire estaba limpio, había oxigeno y la temperatura era perfecta, ni frío un calor, la justa. Roberto llevaba la máquina de fotos y lo fotografiaba todo con entusiasmo, como un niño con zapatos nuevos. Habíamos comprado esa máquina hacía unos días y la estábamos estrenando, queríamos probar todas las opciones, fotografiar con foto exposición e incluso hacer algún que otro montaje. Yo me había puesto muy guapa, ¡que al fin y al cabo una foto es una foto!, y quería salir perfecta, dentro mis posibilidades, claro...

Y así hicimos, Roberto disparaba y disparaba y yo ponía todas esas caras que me gustaban, guiñaba un ojo, sonreía, ponía cara de miedo, cara de susto, de horror, de sorpresa, sensual, maliciosa, sexy… y Roberto no paraba de decir,¡preciosas!, ya veras que fotos tan bonitas…y yo animada por su entusiasmo ideaba nuevas posturas divertidas y cambiaba mis abalorios y mis complementos para que las fotos fuesen diferentes.

Teníamos en el maletero del coche una cestita de mimbre, que habíamos comprado en carrefour en una oferta, era preciosa con sus platos y sus cubiertos, sus vasos y hasta había un mantel de cuadros rojo y blanco, aunque yo lo quería azul y blanco, como el mar, pero se había agotado y tuve que conformarme con el rojo. Me gustaba esa cestita, me recordaba a mi infancia y tenía tanta ilusión por estrenarla, que había hecho una maravillosa tortilla de patata y filetes rusos, de esos empanados, que aunque estén fríos están riquísimos. Las bebidas las teníamos en una nevera de esas que se enchufan en el coche, que también la habíamos comprado en Carrefour, en el mismo lote, la oferta era la cestita y la nevera. Habíamos metido cervezas, para Roberto, agua para los dos y coca cola ligth, para mi, que siempre la tomo light, por aquello de no engordar, ya sabéis…

Cuando llegó la hora de comer, Roberto fue al coche a por la cestita y al abrir la nevera exclamó un ¡mierda!, fuerte y contundente, la nevera no funcionaba, yo me puse furiosa,¡,mira que vendernos esto estropeado!, ¡serán subnormales!, tranquila me decía, nos la cambiaran…Si claro nos la cambian, - pensaba yo-, pero ahora mi coca cola light era puro caldo, estaba todo encharcado por el hielo, que se había desecho y encima calentorro…¡pues vaya mierda!. Pero al fijarme mejor, me di cuenta que la nevera no estaba estropeada, sino sin enchufar, ¡Roberto no la había enchufado!, ¿pero como era posible ese error?, ¡no la has enchufado!, le grité furiosa, ¡hace falta ser gilipollas!, ¡si la enchufé!,- gritó-, ¡estoy completamente seguro!, ¿completamente seguro?, ja, ja y ja, e iniciamos una absurda e interminable discusión por la nevera, de esas discusiones que se van encendiendo por momentos y que parece que no van a tener fin..,¡pues haberla enchufado tu!, - me gritaba - y yo le respondía con otra peor y así tiempo y tiempo hasta que nos tranquilizamos y decidimos sacar la cestita y comernos el pic nick. Busque un llano en el suelo, quité las piedritas, extendí una mantita, que tenía yo de un viaje a Grecia, que la había mangado en el avión, y le dije, tráela ya Roberto…


Pero cuando la abrimos, los dos dimos un respingo a la vez horrorizados, la cesta estaba llena de diminutos ratoncitos, negros y repugnantes, que habían destrozado la comida, e incluso el mantel que algunos cuadros ahora se habían convertido en agujeros.

Roberto cerró enérgicamente la cestita, la cogió y la tiró rodando por el desfiladero que había justo al final, después volvió a mi lado con la cara desencajada. No eran ratones, me dijo, ¿no te has dado cuenta?, eran uno bichos repugnantes y extraños, vayámonos de aquí por favor, ¡no quiero seguir aquí un solo segundo mas!, Roberto tiró de mi mano y me llevó rápidamente hacia el coche, ¡monta!, me dijo nervioso y metió la llave, pero el coche no arrancaba, lo intento muchas veces, solo oíamos ese gruñido de querer arrancar, pero nada…abrió el capó nervioso y vio que las bujias estaban arrancadas, ¡no estaban¡, ¿pero que está sucediendo?. Nos miramos sin apenas respirar, sin atrevernos a preguntarnos que pasaba, y sintiendo mas pánico aún cuando descubrimos que el depósito de gasolina del coche estaba agujereado…

Y en ese instante, justo en ese instante que estábamos descubriendo el charco de gasolina, se apagó la luz, el sol desapareció como por arte de magia y nos envolvió la oscuridad pese a ser las tres de la tarde. Empezamos a escuchar unos ruidos muy extraños, unos grititos, que no sabíamos muy bien de donde venían, porque si nos girábamos hacia donde pensábamos que venían inmediatamente lo escuchábamos venir de otro lado y así continuamente. ¡Coge el móvil!, le grité, pero lo móviles estaban en el asiento posterior del coche, destrozados, hechos añicos…¡estamos atrapados Roberto!, -le dije llorosa-, ¿qué pasa aquí?, alguien nos quiere hacer daño…

Empezamos a retroceder hacia un lado de la cantera, en busca de un apoyo para proteger nuestras espaldas, temblando y abrazados, preguntándonos bajito ¿qué hacer?. Roberto intentaba tranquilizarme pero yo estaba a punto de chillar, al borde de un ataque de nervios, mi corazón palpitaba y se quería salir de mi pecho, no podía a penas ni respirar, sentía una opresión fuerte y constante, cuando de repente vimos que nos rodeaban esos minúsculos y gregruzcos ratoncitos o lo que fuera…algunos tenían unos diminutos ojos verdes y otros de color rojo, que fosforecían, eran pequeñísimos puntos de luz inquietantes. Cada vez venían mas y mas, no nos mordían ni nos atacaban tan solo nos rodeaban subiéndose unos encima de otros y formando una montañita. Roberto y yo empezamos a darles patadas con todas nuestras fuerzas, pero ellos rodaba y con el impulso rebotaban y volvían a nuestro lado.¡No había forma de matarlos!, cuando los pisábamos, se escurrían por nuestras suelas de los zapatos, como lagartijas y emitiendo esos grititos, que a mi me parecían como unas risas malignas e histéricas y volvían de nuevo a rodearnos. Eran cientos ya, ¿cientos?, ¡que digo cientos!, mas bien miles…Cuanto mas los espantábamos mas venían, hasta que nos dimos cuenta que por cada uno que golpeábamos salían como seis o siete por lo menos, o tal vez mas…

Vamos a morir Roberto, - le dije-, con mi respiración entrecortada y sintiendo que nos faltaba ya el oxigeno. Habían formado una especie de cono altísimo en el que estábamos nosotros en medio rodeados, casi sin aire, parecía que ahora iban a cerrarlo por arriba…
Roberto me cogía con fuerza por mi cintura, me abrazaba temblando, pero yo sentía que me desvanecía…que me fallaban las fuerzas…ya no podía mas…Roberto por favor…Roberto…

Cuando desperté, había sol, un sol cegador, pero rojo, yo lo veía todo rojo. Miré hacia mi alrededor, pero Roberto no estaba, aún tenía ese ahogo en el pecho y mi corazón todavía palpitaba…El coche tampoco estaba, me incorporé torpemente dando traspiés e intentando mantener el equilibrio, pero no podía, me sentía muy débil, comencé a deslizarme a gatas hacia el centro de la cantera, buscando algún vestigio de Roberto, ¡pero nada!.

Cuando al fin conseguí incorporarme y mantener medio bien el equilibrio, avancé hacía el centro de la cantera y le vi allí, al fondo, sentado en el suelo, apoyado en un árbol, me acerqué hacia él, sigilosa, parecía ausente y no quería asustarle, tan solo quería saber que había pasado, preguntarle, Roberto…-le llamé bajito-, cuando me aproximaba, pero Roberto no me contestaba, tan siquiera se movía, hasta que dijo con una voz queda, ven…y cuando llegué a él y se volvió hacia mí, sus ojos eran verdes fosforescentes y su rostro el de un inmenso y negruzco ratón, quise alejarme, yo lo veía todo rojo, pero ya no me dejó…emitió esos grititos malignos, primero bajito, y cada vez mas alto, y mas alto, tan altos llegaron a ser esos grititos que se mezclaron con el eco de la Cantera y se convirtieron en un grito absolutamente ensordecedor.

Estoy bien, pero necesito comer, no viene nadie, y tengo tanto hambre…desde que la cantera está inactiva apenas comemos Roberto y yo, apenas podemos subsistir. Por las noches estamos tranquilos y al amanecer nos deshacemos en miles de ratoncitos y nos perdemos por los grietas de las piedras, ya que no se puede desaprovechar ninguna oportunidad y si viene alguien tenemos que estar muy atentos-, pero viene tan poca gente ya de excursión…

¿Por qué no vienes tu?, te puedes quedar aquí con nosotros…

Prueba, te gustará


Blondie

14 de marzo de 2008

BLONDIE FM : Gracias por Elegirme

maliZia Kiss, en Blondie FM, con vosotros...
Mi emisora...
Tu emisora...
Vuestra emisora...
Nuestra emisora...


Deja que mi música te envuelva...

Blondie

Gracias por elegirme...

13 de marzo de 2008

Blondie: Aprendiz de brujilla...

¿Quieres que te adivine el porvenir?
Solo tienes que pedirlo...
Blondie, Brujilda...

12 de marzo de 2008

Blondie FM: El Chicle se me pegó...


No te fíes jamás de una tía que coma chicle, porque si te fías, veras lo que te puede pasar...

Escucha, escucha...

Blondie

11 de marzo de 2008

Entre Luces y Sombras

Recuerdo cuanto le amé, fue una primavera en la que los colores eran aún más brillantes, si cabe. Yo no sabía porque le amaba de esa manera, ni por que sentía todo aquello, tan solo sabía que lo sentía. Solo sabía que si él no estaba , yo estaba triste, que si estaba junto a mi rozaba las estrellas, que si él estaba preocupado yo lo sabía y siempre sabía como se sentía y que si él estaba mal, pues yo también lo estaba, que su boca fue el descanso de mis palabras, sus manos el suave lino que acariciaba mi piel, su calor mi hogar, sus ojos mi luz y sus palabras mi literatura. Que mi mundo empezaba en él y terminaba en él, que no quería conocer otros mundos, ni imaginarlos.

Recuerdo que fue mi primer amor y que yo era una niña desvalida y que tan solo me sentía protegida junto a él. Recuerdo el día en que nos dijimos si, fue el mas hermoso, el más dulce, fue un día lleno de luz y también recuerdo el día que nos dijimos no, fue el mas triste, el mas inquieto, fue un día lleno de oscuridad.

Y en ese trascurrir, en ese espacio entre las luces y las sombras vivimos un amor inmenso, intenso, lleno de dulzura, de pasión, de deseos, de sensaciones, lleno de tantas cosas…

Y ahora que ha pasado mucho tiempo, muchísimo tiempo, tan solo recuerdo las luces, después de haber olvidado lo que recordé durante mucho tiempo, las sombras…

Blondie

10 de marzo de 2008

NOSTALGIAS



Merece la pena escucharlo hasta el final ...

Blondie

9 de marzo de 2008

Y al final, la niña Rajoydi es socialista...



Blondie

FIN DE MI JORNADA DE REFLEXIÓN

JORNADA DE REFLEXIÓN

No quiero pensar en el futuro de este país que me venden, no quiero meditar ni tener una jornada de reflexión, ¡me niego!,. No me gusta lo que he visto y oído en esos patéticos debates mano a mano…

Me siento manipulada en manos de las ansias de poder. ¡al precio que sea!. Yo no quiero eso para la tierra que vivo, no quiero ser testigo de luchas demenciales de poder, de lucha de iluminados, del insulto tu a tu, no quiero ser participe mudo, ni ver quien puede mas y como lo hace…

Yo quiero vivir en un país justo, en el que realmente se afronten los problemas con madurez, con justicia y honradez, sin ápice de intereses creados o por crear y con consenso, con mucho consenso….

Quiero que me expliquen que cojones pasa con ETA, y como se va a afrontar, quiero oírlo de los políticos que "me” quieren arrancar mi voto, si, quiero oírlo, aunque yo ya sepa lo que pasa, o crea saberlo, o lo intuya… quiero que me lo cuenten, que me digan si esto puede tener una solución real y justa, y si son capaces de ser tanto el gobernante como el resto de la oposición unánimes y coherentes con Afganistán, con Palestina, con Cuba, con Venezuela, con Marruecos, con la UE, etc..en la que solo sería positiva una postura de máximo consenso.


Que sean responsables con las leyes, que las creen, las modifiquen y las mejoren para mi, para nosotros, para todos, para nuestro bien y no para ellos, para que luego cuatro años después venga otro iluminado al poder y las cambie, vendiéndonos que su ley es la buena y no la anterior…

Quiero saber todas esas maniobras económicas y oscuras, que enriquecen a algunos y a mi me empobrecen mas…¡quiero oírlo!, ¡que me lo cuenten!, no quiero sentir que solo quieren atrapar mi voto, si, quiero saber todo eso que no me cuentan y tal vez así podré reflexionar, con todas las cartas sobre la mesa y sintiendo que mi decisión es la acertada, no quiero sentir que solo existe una lucha por atrapar el poder los próximos cuatro años para ver como se rodea el triunfador de mas iluminados y campan a sus anchas y a mayor gloria y beneficio personal y de su propio partido, si para su propio beneficio y no para mi, y ¡no!, no quiero ser cómplice de eso…quiero que me lo cuenten todo, para poder sentir que decido libremente….

Es la primera vez que siento un desengaño tan intenso a la hora de decidir mi voto…

Quiero saber todo eso y si puedo seguir viviendo aquí o me tengo que largar a Marte…

¿Y a quien voto yo?, ¿a Rosa Diez?, otra iluminada de recetas mágicas, incapaz de de imponerlas en su propio partido?, que no puedo evitar el pensar que va de oportunista…¿Le doy el poder a Zapatero, para joder a Rajoy?, ¿le regalo mi voto a Rajoy, para joder a Zapatero?, ¿le regalo el voto a los verdes, y convierto mi voto, en un voto perdido?, ¿me abstengo y no voto para facilitar la coalición?. ¿os imagináis un 80% de abstención?, ¿no haría que los políticos pensasen que no lo están haciendo nada bien? ¿no sería perfecto eso para que recapacitasen?.


O ¿me voto a mi misma?, porque francamente creo que lo haría mejor...

¿Y a quien voto yo?, si ni ellos mismos sabrían decirme con honradez a quien sería mejor votar…

Creo que votaré por la abstención.

Blondie

8 de marzo de 2008

El Chico de la Bici Verde

La noche del seis al siete de marzo, fue una noche terrible para mi. El miedo me invadía, quería controlarlo pero no podía, el miedo me superaba… Era la tercera vez que iba a pasar por lo mismo. 

La primera vez, hace más o menos un año y medio, fui tranquila y salí traumatizada después de lo que me hicieron, pero pensé bueno después de todo ya pasó, pero no, no pasó, ahí empezó mi tortura...

¡Me lo habían hecho mal! y después de un penoso paseo por todas y cada una de las modalidades de antibiótico en pastillas, que si los de cada ocho horas, que si los de cada doce, que si los de cada veinticuatro, pasé a lo que yo llamaba inyecciones de caballo, esas que te ponen dos a la vez, una que cubre los gram positivos y otra los gram negativos, esas que solo se pueden poner tres días, porque son superhiperfuertes, pero que a mi me pusieron seis días, para decirme después que tenía que volver a pasar por ese sillón del sacamuelas.

Y pasé de nuevo por sus manos, pasé …y fue aún peor. Ahí ya andábamos casi por semana santa del año pasado y yo con casi cuarenta de fiebre…

Y la otra noche, esa noche del seis a las doce de la noche, a la hora de las brujas, estaba yo sentada en una valla de piedra que rodea el parque de la Florida, frente a la Catedral de Vitoria, muerta de miedo y deseando que jamás llegase mañana, cuando pasó un chico en una bici verde, la dejó tirada en el suelo frente a mi y me pidió un cigarro. Cuando levanté la mirada me dijo: ¡pero tía que te pasa!, ¿por qué tienes esa cara?

-¿Qué que me pasa?, pues que estoy acojonada…

Estaba convencida que me iba a atracar, pero me daba lo mismo, mi acojone no era por eso y podía mas mi miedo al día siguiente, que el miedo a que me birlase la pasta o la visa y ni me inmuté, tan siquiera me moví de allí cuando se sentó a mi lado.

Y me empezó a preguntar, ¿qué escondes?, ¿cómo te llamas?, eres muy guapa me decía…no tengas miedo, solo me gustas tu, me gusta tu mirada, me gusta lo que veo, lo que escondes y lo que intuyo…

Yo era incapaz de reaccionar, en mi mente solo bailaba una idea fija, una frase, que la bombardeaba, no quiero que llegue mañana, no quiero que llegue mañana, no quiero… y mientras él hablaba y hablaba…

- Dime tu nombre por favor…

- ¿Mi nombre?, ¡pero que manía con esto del nombre!, ¿acaso un nombre soy yo?, maliZia kiss, le dije-, y deja de decirme como soy, tu si que eres guapo y lo sabes, pero conmigo no te servirá…


Aunque si en ese momento me hubiese garantizado que me salvaba del horror que me esperaba mañana, si chasqueando los dedos hubiese hecho magia y me hubiese dicho: ¡voilá maliZia!, todo arreglado, ya no tienes que ir mañana, me habría entregado a él para el resto de mi vida, allí mismo…

-¿maliZia?, ¿me tomas el pelo o acaso eres una bruja?

- Soy una bruja, le dije, y mírame bien porque jamás volverás a verme, esto ha sido una casualidad…

- Nada es casual, me dijo, quiero quererte maliZia, déjame…¿cómo puedo saber de ti?


- Lee mi blog, le dije

Y quiso darme un beso en los labios pero yo ni pestañeé, me aparte suavemente, me levanté y me fui hacia el hotel, que estaba al otro lado del parque, él me alcanzó de nuevo y me dijo: ¿me das otro cigarro?, se lo di junto con mi mechero y me fui, y de nuevo me alcanzó y me dijo, tengo tu mechero ¿lo quieres?, claro- le dije-, pues te lo cambio por un beso, por el primero de todos los que te daré…y sin darme ni tiempo a reaccionar, me cogió de los brazos, tiró de mi y me besó…

Ahora, después de pasar por varios chutes de anestesia, por varios de sedación, por un colocón de oxigeno y mas de cuatro horas entregada a mi matasanos salvador, con autenticas ganas de pirarme nada mas entrar y conteniendo mis ataques de pánico, me parece un sueño ese chico de la bicicleta verde, ese loco del parque, que en una noche de brujas y de miedo, no me robó la visa, pero me robó un beso en un parque de Vitoria…

Blondie

6 de marzo de 2008

MIEDO

Mañana estaré en el norte de España, estaré muy lejos de casa, mañana será un dia amargo para mi, mañana... no quiero que llegue mañana porque tengo miedo, mucho miedo...

Mañana perderé la consciencia y los fantasmas se apoderan de mi, y tengo miedo, mucho miedo...

Mañana me anestesiaran, me sedaran...

Y estoy tan asustada..., tengo tanto miedo, tanto...


Espero volver...


Blondie



5 de marzo de 2008

El Barrendero

Leandro cada amanecer salía desde hacía muchos años, con su carrito, su recogedor de metal roñoso y su escoba burda a barrer las miserias de las calles. Barría cabizbajo, pero meticulosamente, buscaba cualquier indicio de suciedad en cada rinconcito o recoveco. Se podía decir que era ejemplar en su trabajo, muy metódico y escrupuloso, tanto que a veces barría lo barrido, para cerciorarse que estaba impoluto.

Tanto y tanto había barrido esas calles, que para él ya no tenían secretos. Sabía las miserias que iba a ir encontrando en ellas, según avanzaba despacito, con su cada vez mas pesado y torpe cuerpo. Toda una vida barriendo…

Desde hace un año tiene que sufrir cada lunes, las humillaciones del encargado, un jovencito dinámico, que se ocupa de supervisarle el trabajo y que con aires de soberbia y autentica cretinez mental, le dice: Bárrame esto mejor, o ¡lo quiero impecable!, o cada vez lo hace usted peor Leandro…Y Leandro volvía a barrer lo barrido, cabizbajo, con expresión de angustia y preguntándose porque era tan hijoputa el supervisor, pero sin protestar, sin decir nada…

¿Quién habría tirado ese papel, en ese lugar que había barrido hacía cinco minutos?

Leandro nunca se planteó dejar de barrer, ni mejorar en su trabajo y ascender. Sus aspiraciones eran nulas, tenía asumido que había nacido para barrer y desempeñaba su trabajo sumiso, sin plantearse nada mas.

Al barrer encontraba todo tipo de objetos, desde los mas comunes hasta los mas insólitos. A lo largo de su triste vida había reunido un montón de cosas, desde objetos singulares e inservibles hasta un montón de pendientes desparejados…

Por barrer, hasta una vez barrió a un borracho en estado semicomatoso, sin percatarse tan siquiera de que lo barría…

Hasta que un día, que barría mas cabizbajo de lo habitual, barrió un paquetito envuelto en periódico, un poco mas delante había otro envuelto también en periódico, y mas hacia allá otro, y otro… y así hasta diez, barrió diez paquetitos envueltos en periódico. Lo que mas le llamó la atención del envoltorio eran las noticias, todos los paquetitos estaban envueltos con hojas del Marca del día anterior, así que rebuscó en su carrito y sacó los paquetitos para reconstruir el periódico y leérselo al terminar, con su sol y sombra.

Los sacó, los desenvolvió y reunió un millón de euros por paquetito y fue así como dejó de barrer para el resto de su vida….


Blondie

3 de marzo de 2008

2 de marzo de 2008

All together now



Para MI anónimo visitante

¿A quien no le gustaría subirse en ese maravilloso submarino amarillo y surcar los mares de los sueños, tomado el té con su amado, haciédole una maravillosa propósicion?

All Together Now...
Todos juntos ahora...

Blondie

1 de marzo de 2008

¿Se Compra?, ¿Se Vende?, ¿Se Alquila?

Cuentan que en un lejano país, rodeado de frondosos bosques que impedían ver lo que sucedía en su interior, había un príncipe bello y soberbio que basaba su felicidad en su riqueza, tan seguro estaba del poder de sus cofres repletos de oro y piedras preciosas, que todo lo compraba con ello y como sus súbditos eran infelices e insatisfechos, pues se dejaban comprar, e incluso vender cuando el príncipe se aburría de ellos y hasta a veces, se encontraban alquilados a algún amigo extranjero de su serenísima majestad, para satisfacer su último caprichoso trueque.

Pero los súbditos ni rechistaban y aceptaban esos doblones con sumisión, sabiendo que pasaban a ser propiedad del príncipe y que nada podían hacer más que resignarse….

El príncipe era feliz con su poderío, nada se le resistía, nada que no pudiese pagar con un par de doblones de oro de sus engrosadas arcas, e incluso a veces menos.

Pero en su reino había una insignificante pastorcilla, que era feliz soñando con su príncipe azul y tan solo con oír el piar de los pajarillos. No necesitaba de doblones de oro, ni de riquezas para ser feliz. Vivía en su mundo de fantasía y no entendía ni de compra ventas, ni de trueques, ni de alquileres, tan solo su musical compañía y su interior vivo y ardiente, satisfacían sus más íntimas necesidades y hacían que se sintiese plenamente feliz…

Rastropov, un día que cabalgaba en su corcel blanco, al verla rodeada de pajarillos y con un tierno corderillo que asomaba de su canasto, quiso comprarla, -te daré dos doblones de oro, le dijo-, y sintió como su principesco rostro se encendía de ira, cuando escuchó de la humilde pastorcilla con un hilillo de voz, un no, suave pero contundente.

¿Pero como podía ser eso?

¿Qué esa ignorante la había dicho no a él?, ¿a él?

Claro, -pensó-, le parece poco…y le ofreció mas, pero la humilde pastorcilla continuaba diciendo no y Rastropov continuó subiendo su oferta, la pastorcilla sería suya, ¡al precio que fuese!, y así fue subiendo y subiendo su oferta hasta que, ante tanta negativa, completamente fuera de sí, le dijo: ¡te daré todos mis cofres!, y la pastorcilla con un hilillo de voz, dijo un tímido si…

Rastropov, exultante de felicidad, sintiendo ese placer que solo sienten los guerreros cuando descansan su agotado cuerpo tras un día de lucha, le dijo a la humilde pastorcilla: comeremos deliciosos manjares, beberemos embriagadores licores y después os poseeré, rodeada de doblones de oros y de riquezas…

A continuación Rastropov respiró tranquilo, ¡al fin la había conseguido!, la miró irónicamente y le dijo: ¿lo ves mojigata?, ¡no hay nada que Rastropov no pueda comprar!

La humilde pastorcilla le miró turbada y le dijo: Tenéis razón, mi señor, no soy nada que su majestad no pueda comprar…traedme los cofres, cumplid con vuestra palabra y seré vuestra…

Rastropov galopó en su corcel, pletórico de felicidad, camino de sus posesiones, raudo y veloz como el viento en un día agitado y al rato estaba de vuelta con todos y cada uno de sus cofres, que hizo que sus siervos descargaran de las carretas y los fueran depositando donde la humilde pastorcilla les indicaba.

Cuando al fin terminaron de descargar todas las riquezas de Rastropov, la humilde pastorcilla cerró las pesadas puertas con candados y llaves, escondiéndolas en el fondo de su canasto, sin ser vista, mientras decía tímidamente: si no se marchan vuestros súbditos, ¿cómo podré ser vuestra?.

Rastropov, que era un príncipe soberbio, pero listo como las palabras que se lleva el viento en un día agitado de huracanes y que no se llegan a decir, comprendió que había llegado el momento en que, al fin, ella sería suya y les hizo marchar.

La humilde pastorcilla dijo, mirándole a los ojos con ese candor, que solo poseen aquellos que oyen piar a los pajarillos en las noches oscuras y en los días de luz: os recuerdo, mi señor, que antes de ser vuestra tenéis que invitarme a esos ricos manjares y a esos deliciosos licores.

Y fue cuando Rastropov, cayó en la cuenta que no podía pagar esos manjares para ella.
No tengo doblones, dijo apesadumbrado, no puedo invitaros…

No importa, dijo la humilde pastorcilla, yo os daré dos doblones de oro para que podáis invitarme a esos manjares y otros dos para que os inclinéis ante mi y otros dos para que jamás penséis que alguna vez seré vuestra.

Blondie

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