Por Hablar Que No Quede...
Ya no me subo a lo árboles ni tiro cantos rodados al río
pero si monto en bicicleta, cojo rabietas cuando se me cae la pastilla de jabón
en la ducha y se me resbala al quererla pillar y escucho tantas veces mi propia
voz cantando fatal que hasta me gusta ya como canto, aunque si tuviese que hacerlo
para muchos no las cantaría…
Hoy estoy especialmente esplendida y debe de ser porque
estoy viviendo uno de esos instantes felices y fugaces que nos regala la vida,
uno de esos momentos que me hacen pensar que nada es importante y que tan solo
importa lo que sintamos y lo que queramos vivir con la intensidad de que lo que
pensamos tal vez no lo volveremos a vivir, o tal vez si, qui lo sa…
Mi vecino del segundo se ha pirado y se ha llevado con el
sus jadeos y los gritos orgásmicos de su pareja de turno y yo ahora sonrío al recordar que hace ya unos
años descubrí una noche que no era un follador nato, un picha brava de los que se cepilla cada noche a una, lo descubrir al darme cuenta que los gritos eran
siempre iguales, que mas bien veía siempre la misma peli porno, una y otra vez,
una y otra vez, y otra vez, y otra y otra… ¿No deja de ser tragicómico verdad?
Y hoy recuerdo que una noche no alumbró la farola del mar,
tal vez dicen, por falta de gas, que yo quería encenderla pero que el mar también
es muy hermoso en las profundidades de su propia oscuridad. Tardé tiempo en
descubrirlo pero puedo asegurar que es cierto eso de que no hay mal que por
bien no venga… ¡Ya lo creo que es cierto!, tan cierto como que ahora mismo
tecleo deprisa mi teclado de madera de bambú que me compré en Noruega justo
antes de ir a comer un menú picante con batata en un lugar rodeada de
inquietantes y profundos fiordos que asustaban por su belleza.
Y como hoy me apetece escribir incongruencias pues puedo
hablar del quiero y no puedo, de todo aquello que quise tener y no tuve pero
que en realidad me da igual tener porque solo se que de todos mis anhelos tengo
una cosa que me hace sentir ahora muy bien y es que estoy viva, muy viva,
demasiado viva, diría yo…
Y mañana será otro día y buscaré en los bolsillos ocultos de
mi gabardina por si acaso me encuentro diez euros olvidados allí hace años y
vuelvo a ser feliz por el hallazgo, por aquello de que me haga ilusión y si no los
encuentro pues lo soñaré y sabré que la vida está hecha de sueños y que mi
próximo sueño serás tú, si tú y tú y tú también, todos esos tus que me rodean y
me hacen sentir viva e importante, que me hacen pensar que la vida sigue, que
continua por ese enrevesado camino que voy trazando con mi maldita manía de ser
complicada.
Pero es que la vida lo es también ¿o no?, pues si yo diría
que si, que de tan complicada que es la hacemos a veces demasiado simple y nos
aburrimos, todo nos sacia, queremos más y ese más es complicado y yo aquí
jugando con las palabras y mezclándolas intentado encadenarlas y eso que no me
gustan nada las cadenas, ¡no vayan ustedes a creerse! que las cadenas pesan y
se oxidan y ese olor fétido y pestilente del amarillento oxido me da tantas
nauseas que me apetece mas oler la tierra mojada por la lluvia.
Y hablando de lluvia hoy llueve y hay rayos sin centellas y
truenos estrepitosos de mayo y apetece sentir esa humedad poco abrigada, con
inicios de calores anunciados por una hecatombe climatológica que a su paso
deja una sensación de paz mojada…
Y colorín colorado, mi cumple se ha terminado y mañana seré
un año mas vieja, un año sabia, un año mas pequeña, una año mas desinhibida y
un año mas mía, mucho mas mía, tan mía que te costará tenerme del todo, pero
¡que le vamos a hacer!, la vida es así, son momentos vividos y amontonados
llenitos de una misma…
maliZia kiss