19 de mayo de 2010

Fiebres Altas



Mi cuerpo se estremece, me faltan las fuerzas, mis piernas temblequean cuando quiero incorporarme y no me sujetan de pié. Estoy ardiendo, la fiebre han invadido cada rincón de mi ser llenándolo de escalofríos y sudores. Quiero tener fuerzas, pero no puedo, apenas si puedo abrir los ojos...Con gran esfuerzo consigo llegar hasta el baño, enciendo la luz y me miro en el espejo, no me reconozco, estoy muy pálida y con ojeras, mi mirada es ardiente aunque no de deseo, mis ojos están vidriosos.

Saco fuerzas de flaqueza y voy a mi salón, enciendo la tele y me derrumbo en mi sofá con la esperanza de evadirme, pero al momento siento un fuego horrible en mi interior, estoy sudando y me desnudo, me sobra toda la ropa y me la arranco con prisa, tengo tanto calor que me gustaría también arrancarme la piel. ¿Qué me está pasando?, estoy muy asustada, de repente me doy cuenta que todos esos objetos que tanto amo se quedaran aquí en mi viaje, siento pena por ellos, los veo en un contenedor, que final tan triste para mis objetos, ¿quien los cuidará y los mimará tanto como yo?.

Quiero hacer un testamento ológrafo con urgencia para regalárselos a algún corazón bueno capaz de amarles tanto como yo, busco papel y lápiz, pero me mareo, ya no me quedan fuerzas pienso en esto y siento unos inmensos deseos de llorar, pero no puedo, me siento muy confundida, no quiero ir a la cama porque volverán esas horribles pesadillas en las que los monstruos me persiguen y quieren aniquilarme. Se que son irreales, que son monstruos de la fiebre pero cuando cierro mis ojos y vienen a mi son tan reales que me hacen chillar y temblar de miedo. Pienso en darme una ducha de agua fría para vencer a la fiebre, pero no tengo fuerzas...

La fiebre es un ente maligno que está intoxicándome, avanza sigilosa por mi cuerpo y yo no puedo hacer nada por echarla, me siento atrapada en sus garras. Tumbada en mi cama agito mi cabeza enérgicamente para que el sueño no me venza y en cada movimiento veo pasar mi vida a cámara lenta, me siento como drogada, mi cabeza no coordina, vienen los monstruos de nuevo, por favor que alguien lo pare, que alguien me ayude por favor, que alguien se los lleve de aquí, grito…

Me falta el aire, me ahogo. Salto de la cama a mi ordenador y las letras de mi teclado bailan y brillan, apenas si puedo escribir esto, pero quiero hacerlo, me siento tan enferma que creo que es lo último que podré escribir en mi vida con cordura antes de que la fiebre me atrape de nuevo entre sus garras y me lleve con ella para siempre…


Blondie

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