El Escapulario
La verdad es que esto de creer o no creer es algo muy complicado, porque vamos a ver yo creer lo que se dice creer en Dios no creo, bueno no creo en ese Dios que nos han vendido, suelo ser bastante escéptica, incluso a veces demasiado y soy absolutamente consciente que soy una digna heredera del mono, que soy un montón de células organizadas y punto, pero en otras ocasiones me da por pensar que tal vez no estoy aquí por casualidad y que no fue una casualidad que precisamente ese espermatozoide de mi padre y no el inmediatamente anterior o el inmediatamente posterior fecundase justamente ese óvulo de mi madre, justo en ese día y en ese instante para que saliese yo.
Y entonces me da por pensar en el alma, en esa esencia intangible que nos envuelve a cada uno y que nos hace sentir intensamente en ese algo indescriptible que habita en nosotros y nos deshabita dicen, después de muertos o incluso un instante antes de morir, dicen otros y entonces al pensar en ello me entra un escalofrío y luego me duele la cabeza intentando entender a donde coño viajará el alma y como no soy capaz de entenderlo pues me pierdo y me pongo muy nerviosa…
Otras veces deseo intensamente creer, pero no puedo, incluso lucho por conseguirlo sin éxito y mi mente viaja por el pasado intentando buscar un cabo a donde agarrarme para tener fe, pero la fe no aparece nunca, aun así soy consciente de las costumbres vividas y arraigadas en mi desde pequeña, esas costumbres enseñadas y aprendidas en mi infancia que de una manera u otra hicieron mella en mi, aunque yo ya las haya casi olvidado y hoy he vivido un dejá vú de esos.
He ido al Palacio Real a ver la exposición de pintura Polaca, quería ver La Dama del Armiño y La Niña del Marco y al terminar de verlo, como todo esto de los museos es un negocio muy bien orquestado pues te hacen salir por la tienda, por esas tiendas de los museos en los que yo jamás compro nada porque me siento manipulada al ver allí todos los objetos y el negocio tan suculento que hacen a costa nuestra, vamos que me parece una autentica engañifa, pero hoy mis ojos han mirado sin querer y lo han visto, allí estaba, llamándome…Un Escapulario, sí, un escapulario y al verlo lo primero que he pensado ha sido que tenía que ser mio y luego han venido a mi mente de repente los recuerdos ya dormidos de mi mas tierna infancia y sin quererlo he recordado que yo era muy pequeña y mi abuela me ataba uno en el tirante de mi camiseta, para que vayas protegida me decía…
Y lo he comprado, sí lo he comprado y me lo he atado al tirante de mi sujetador, no porque crea en Dios, no porque la fe haya llegado a mi súbitamente, no porque quiera sentirme protegida, sino porque me gusta la palabra escapulario y porque el colgármelo ha hecho que me sintiera muy, muy cerquita de mi abuela a la que quise y quiero tanto…
Blondie
Y entonces me da por pensar en el alma, en esa esencia intangible que nos envuelve a cada uno y que nos hace sentir intensamente en ese algo indescriptible que habita en nosotros y nos deshabita dicen, después de muertos o incluso un instante antes de morir, dicen otros y entonces al pensar en ello me entra un escalofrío y luego me duele la cabeza intentando entender a donde coño viajará el alma y como no soy capaz de entenderlo pues me pierdo y me pongo muy nerviosa…
Otras veces deseo intensamente creer, pero no puedo, incluso lucho por conseguirlo sin éxito y mi mente viaja por el pasado intentando buscar un cabo a donde agarrarme para tener fe, pero la fe no aparece nunca, aun así soy consciente de las costumbres vividas y arraigadas en mi desde pequeña, esas costumbres enseñadas y aprendidas en mi infancia que de una manera u otra hicieron mella en mi, aunque yo ya las haya casi olvidado y hoy he vivido un dejá vú de esos.
He ido al Palacio Real a ver la exposición de pintura Polaca, quería ver La Dama del Armiño y La Niña del Marco y al terminar de verlo, como todo esto de los museos es un negocio muy bien orquestado pues te hacen salir por la tienda, por esas tiendas de los museos en los que yo jamás compro nada porque me siento manipulada al ver allí todos los objetos y el negocio tan suculento que hacen a costa nuestra, vamos que me parece una autentica engañifa, pero hoy mis ojos han mirado sin querer y lo han visto, allí estaba, llamándome…Un Escapulario, sí, un escapulario y al verlo lo primero que he pensado ha sido que tenía que ser mio y luego han venido a mi mente de repente los recuerdos ya dormidos de mi mas tierna infancia y sin quererlo he recordado que yo era muy pequeña y mi abuela me ataba uno en el tirante de mi camiseta, para que vayas protegida me decía…
Y lo he comprado, sí lo he comprado y me lo he atado al tirante de mi sujetador, no porque crea en Dios, no porque la fe haya llegado a mi súbitamente, no porque quiera sentirme protegida, sino porque me gusta la palabra escapulario y porque el colgármelo ha hecho que me sintiera muy, muy cerquita de mi abuela a la que quise y quiero tanto…
Blondie