Fuego y Vanidad

Viene a mi memoria La hoguera de las Vanidades de Tom Wolfe, no por su argumento sino por las dos palabras, hoguera y vanidad. La primera la has descrito tú a la perfección en tu artículo. Una hoguera para una papelera de reciclaje, en la segunda me ha dado por pensar a mi como consecuencia de leer tu magnífico artículo, pero no por el significado de presunción o arrogancia, sino más bien por ese otro significado que tiene la palabra vanidad, “caducidad de las cosas de este mundo”, y es que en realidad nos aferramos a veces tan intensamente a nuestros objetos, sí, nos aferramos, los mimamos, los cuidamos, los miramos, los hacemos una parte esencial de nuestra existencia y hasta sufrimos si perdemos uno o se nos rompe y no nos damos cuenta que esa actitud es simplemente una forma de pretender sentirnos inmortales. De repente un día cambiamos de lugar, cambia nuestro entorno y todos esos objetos esenciales que tanto amábamos pasan a nuestro olvido y comienza a ser esencial lo que poseemos donde estamos.
En realidad somos unos simples humanos fuertemente frágiles y lo único que vale son los libros que hemos leído y aquello que hemos escrito y vivido y mantenemos intacto en nuestra memoria y el darnos cuenta que nuestro único hogar es nuestro cuerpo y que todo es susceptible de perecer en una hoguera, hasta nosotros que también tenemos fecha de caducidad…
Blondie