5 de octubre de 2010

Siete Horas


La perspectiva de saber que faltan siete horas para estar junto a ti hace que me llene de impaciencia. Siete horas es toda una vida cuando el tiempo del que se dispone es pequeño, esas siete horas serán toda esa vida que queremos vivir, podremos aislarnos del mundo y perdernos entre el tictac de un reloj que ambos deseamos avance lentamente.

Han pasado siete horas y estoy frente a ti, nos miramos y empezamos a desgranar segundo a segundo. Segundos intensamente vividos, amados con furia y rabia, con desconsuelo y pena, con la tristeza de un adiós, que siempre será un hasta luego…

El tiempo va transcurriendo. Se acaba. Tan solo quedan siete segundos para seguir viviendo toda esa vida junto a ti, aunque después nunca jamás volvamos a vivirla…

Han pasado siete horas desde que me alejé lentamente de ti, sin prisa, pensado en un mañana que nunca jamás llagará porque el mañana ya fue hoy…

Han pasado siete horas desde que supe tu muerte, siete largas horas en las que viajé hacia ti y llegué a ti y te encontré allí donde me dijeron. Estabas solo, estabas pálido, con tus ojos cerrados pensando en mí. Lo supe sin que me lo dijeras... Fué un sueño, no hubo viaje, tan solo lo imaginé, imaginé que morías y podía de nuevo estar junto a ti...

Siete horas he pasado a tu lado, mirándote sin hablarte, sabiendo que pronto vendrás a mí, a ese lugar donde la muerte nos hará encontrarnos de nuevo, a ese lugar donde me mató la pena cuando mucho tiempo atrás pasaron esas siete horas y me despedí de ti habiendo vivido toda una vida junto a ti…

Dos horas para pensar en ti antes de que te lleven de mi lado y cinco para olvidar que una vez te conocí aunque no te llames Mario…

Blondie

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.