22 de marzo de 2009

Los Abrazos Rotos:
Ni Frio, Ni Calor...


Si pienso en Almodóvar y tengo que autodefinirme diré que soy una chica almodovariana al cien por cien. He sido fiel al manchego desde siempre y no me he perdido ni una sola de sus pelis, que siempre las he visto o el día del estreno o cualquier día cercano al mismo. Ayer fui a ver Los abrazos rotos con gran expectación, tenía muchas ganas de verla, pero salí muy decepcionada.

Lluis Homar me ha resultado absolutamente soporífero, no he visto en su rostro en toda la peli una sola expresión que trasmita algo, y si bien es cierto que en su etapa de ciego hay que imaginárselo, esperaba al menos encontrar sensaciones compartidas en su rostro en su etapa de vidente pero tan solo me he encontrado con un maniquí rígido interpretando un papel no sentido ni trasmitido y para colmo por mas que intentaba ver algo en él diferente lo único que afloraba en mis retinas era su imagen del rey. Es lo que tiene hacer esos papeles que o eres muy buen actor o te encasillan.

Penélope Cruz, nuestra oscarizada y premiada Pe, no ha estado a la altura de las circunstancias y a pesar de no estar mal, al verla te daba igual el título de la película pues lo mismo servía su interpretación para esta que para cualquier otra, tenías la sensación de ver en ella poses ya muy ensayadas y encasilladas, las mismas expresiones en su rostro y en su cuerpo que en volver, una buena actuación en la que se nota su puntito americano aprendido en Hollywood pero no te trasmite nada, al verla piensas que es una de las mejores actuaciones que ha hecho sobre si misma, en la que se luce pero se mete poquito en el personaje. La diferencia claro está, es que en Volver estaba magistral y aquí pues pshhh...

El argumento, lo peor, flojo y sin temperatura. Una historia rocambolesca y hueca que no consigue que te metas en la piel de los personajes, bien contada con buena fotografía y escenas de sexo que no caen en lo soez, pero aburrida, superficial y sin interés. Un bodrio de historia con ciego, madre soltera, putita liada con un poderoso y muerte incluida , con peli dentro de la peli para liar mas aún al pobre espectador que ni sufre ni padece ante tanto desatino.

Almodóvar tendrá que hacer examen de conciencia olvidarse del boato y las pasiones que despierta en sus últimos tiempos y centrarse mas en hacer buen cine en lugar de exhibirse a si mismo como genio brillante que todo lo que toca lo convierte en oro, en vez de recordarnos que se siente un dios del cine profundo y absolutamente inimitable. A veces volver es mejor que avanzar en un camino de perdición para su faceta creadora.

Decepcionada con el manchego después de pasar junto a el ciento veintiséis minutos de mi tiempo intentado buscar todo aquello que encontré en algunas de sus mejores películas, una lástima no haberlas encontrado…

Ah pero eso si, que todo hay que decirlo, los últimos cinco minutos son excelentes, Almodovar en su estado más puro, sin delirios de grandeza...


Blondie

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