Fría Noche de Otoño

Cuentan que una fría noche de otoño salió a la calle en su coche, no era ni sábado, ni jueves, ni domingo, era cualquier otro de esos días en los que la ciudad entera es un oasis de un desierto con silencios rotos por algún que otro vehículo y los estrepitosos camiones de basura.

Cuentan que en un semáforo rojo paró ella y a su lado un coche con tres hombres, el copiloto la miró desafiante y le dijo con sorna, hola guapa.

¿Guapa?, ¿y tu me dices eso con el careto que tengo ahora?, y le sacó la lengua.

Mujé…

Y cuentan que al ponerse en verde el semáforo ella aceleró y por más que intentaron, picados por la curiosidad, no pudieron alcanzarla.

Por algo era una experta conductora

Blondie