Cat, Mirada de Gato
Ojos de Gato
Su mirada gatuna me penetraba, me miraba fijamente sin moverse, yo sabía que quería hablarme, decirme algo pero no podía.
¿Quién vive en ti?, le pregunté, ¿quién? Y sin dejar de mirarme emitió un ruidito ininteligible.
Esa mirada me resultaba tan familiar y yo le miraba fijamente a él sentada en mi cama. Él estaba a mis pies, erguido, recto, estático, mirándome.
Su postura felina me resultaba tan familiar, esa manera suya de moverse la había visto antes e incluso su forma de respirar.
¿Me estaba volviendo loca o sentía que me entendía?, que podía penetrar mi mente y navegar entre mis pensamientos con su caminar felino, que sus ojos podían abrir de par en par las ventanas de mi alma e introducirse en ella sin permiso.
Yo sabía lo que él quería, su mirada me lo contaba. Avanzó sigiloso por mi cama, se coló entre mis brazos acunándose y empezó a acariciar mi pelo con su patita sin arañarme, hasta que sin dejar de ronronear se quedó dormido…
Blondie