18 de mayo de 2012

Chocolatt


A quien no le guste el chocolate puro no sabe lo que es pecar y si no pecas ¿para quieres pasar por este mundo ingrato?

El chocolate es placer de dioses, metes en tu boca una pequeña parte de una onza y dejas que se derrita lentamente en tu boca, que vaya poseyéndote despacito, que arranque orgasmos de tu alma, despierte aquellos sentidos más recónditos de tu interior y te haga sentir, en muy alto grado, lo que es deseo, pasión, lujuria…

Yo lo entendí hace mucho tiempo, Juliette Binoche, también.

¿Tú?

Blondie

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