Chocolatt
A quien no le guste el chocolate puro no sabe lo que es pecar y si no pecas ¿para quieres pasar por este mundo ingrato?
El chocolate es placer de dioses, metes en tu boca una pequeña parte de una onza y dejas que se derrita lentamente en tu boca, que vaya poseyéndote despacito, que arranque orgasmos de tu alma, despierte aquellos sentidos más recónditos de tu interior y te haga sentir, en muy alto grado, lo que es deseo, pasión, lujuria…
Yo lo entendí hace mucho tiempo, Juliette Binoche, también.
¿Tú?
Blondie