18 de diciembre de 2011

INSEGURIDAD


Abrió la ducha y dejó que los vapores humedecieran su piel antes de ponerse bajo ella y dejar que el agua mojase su pelo. Cerró los ojos sintiendo el agua en su cara y así pasó un buen rato hasta que puso champú en su cabello, lo frotó con saña, como si no se lo hubiese lavado en meses o en años, lo enjuagó y volvió a darse otra jabonada, después la mascarilla, luego pasó su peine de púas anchas suavemente por su cabello para no arrancarse el pelo al desenredarlo, enjabonó su cuerpo y salto de la ducha a su toalla negra, en la que se envolvió para secarse.

Después se vistió y dejó su pelo envuelto en un turbante para quitar la humedad mientras se pintaba cuidadosamente, Crema, base de maquillaje, polvos bronce, antiojeras, máscara de pestañas, un poco de color en sus pálidas mejillas, una ligerísima e imperceptible raya azul verdoso de cool en la parte inferior de sus ojos y por último los labios, un suave tono anaranjado que tan bien le quedaba con el tono de su piel.

Y ahora el pelo, potion, espuma y luego el difusor. Se pulverizó con su perfume y lista… Después se miró al espejo y se sonrió. Le gustaba el resultado, estaba muy atractiva.

Cerró la puerta de casa y dejó tras de si todo, ya nada le importaba, miró al frente, respiró hondo, pulsó el botón del ascensor y abandonó su casa.

Iba a encontrarse con él…

A pesar de haberse mirado y remirado en el espejo antes de salir de casa y haberse sentido satisfecha con el resultado obtenido, ahora ya no estaba tan segura del mismo, estaba nerviosa no quería llegar al sitio donde se debía de producir el encuentro. Comenzó a sentirse fea y gorda y bajita y…Y todas esas cosas tan negativas que piensa uno de si mismo cuando su autoestima empieza a flaquear.

Cuando llegó el miedo se apoderó de ella y no pudo evitar esconderse. Le estaba viendo sin ser vista desde su escondrijo. La inseguridad hacía que no se moviese de su escondite y pasaron más de media hora jugando al ratón y al gato. ¿Dónde estas?, le preguntó él por el móvil. Escondida respondió ella, ¿pero donde?, no pienso decírtelo… ¿?

¿Quieres ganarte cien euros?, le preguntó a una chica que pasó a su lado, si claro, le respondió, pues solo tienes que acercarte a ese chico y decirle: hola soy yo y después le dejas que hable…

Desde su escondite vio como los dos se alejaban sonrientes, salió del lugar, volvió sobre sus pasos y entró de nuevo en su casa, se miró al espejo y pensó: es una lástima porque hoy estoy realmente hermosa…


Blondie

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