Operación Céntimo
La verdad es que no puedo decir que sea una persona con suerte porque vamos a ver, por ejemplo cuando voy a un pueblo y están en fiestas corro entusiasmada a la tómbola, compro los boletos y espero ilusionada y expectante para que el señor diga por el micro los números y volverme con ese peluche inmenso que tienen allí expuesto frente a mis ojos, ese que me mira con esos ojitos redondos de mimosin diciendome llevame..., pero nunca me toca, siempre me vuelvo con las manos vacías…y el pobre peluche su queda allí llorando mi ausencia, ¡que mala suerte tengo! El caso es que pensando en esto de la suerte ha venido a mi memoria el libro aquel de la buena suerte, ¿os acordáis?, ese de Trias de Bes que te va contando que hay suerte y buena suerte, que la primera se tiene y la segunda se busca…
Pues yo no se si tengo suerte o buena suerte, se que no me toca nunca la primitiva ni el peluche de la tómbola pero que en lo cotidiano, en el día a día me puedo sentir una mujer afortunada que camina acompañada de ella, aunque siempre me queje de mi mala suerte…
El caso es que todo esto iba a cuento de lo que me ha pasado hoy. Esta mañana iba yo paseando tranquilamente con una amiga por la calle cuando de repente me he encontrado en el suelo un céntimo de euro y en cuanto lo he visto he bajado a mis pies para cogerlo pensado ¡que suerte!, mientras mi amiga me decía: Bah es un céntimo…Anda ¿y que?, le he dicho yo, la verdad es que un céntimo es muchísimo dinero, porque vamos a ver si cada persona que vive en nuestro planeta me regala un céntimo, un triste céntimo, ¿Cuántos euros conseguiría reunir?, si mis cálculos no me fallan serían 6 671 679 034 de céntimos, ósea 66.716.790, 34 millones de euros, así que hoy empieza aquí en el diván del loko la operación céntimo, ¿me regalas uno?
Blondie