5 de marzo de 2008

El Barrendero

Leandro cada amanecer salía desde hacía muchos años, con su carrito, su recogedor de metal roñoso y su escoba burda a barrer las miserias de las calles. Barría cabizbajo, pero meticulosamente, buscaba cualquier indicio de suciedad en cada rinconcito o recoveco. Se podía decir que era ejemplar en su trabajo, muy metódico y escrupuloso, tanto que a veces barría lo barrido, para cerciorarse que estaba impoluto.

Tanto y tanto había barrido esas calles, que para él ya no tenían secretos. Sabía las miserias que iba a ir encontrando en ellas, según avanzaba despacito, con su cada vez mas pesado y torpe cuerpo. Toda una vida barriendo…

Desde hace un año tiene que sufrir cada lunes, las humillaciones del encargado, un jovencito dinámico, que se ocupa de supervisarle el trabajo y que con aires de soberbia y autentica cretinez mental, le dice: Bárrame esto mejor, o ¡lo quiero impecable!, o cada vez lo hace usted peor Leandro…Y Leandro volvía a barrer lo barrido, cabizbajo, con expresión de angustia y preguntándose porque era tan hijoputa el supervisor, pero sin protestar, sin decir nada…

¿Quién habría tirado ese papel, en ese lugar que había barrido hacía cinco minutos?

Leandro nunca se planteó dejar de barrer, ni mejorar en su trabajo y ascender. Sus aspiraciones eran nulas, tenía asumido que había nacido para barrer y desempeñaba su trabajo sumiso, sin plantearse nada mas.

Al barrer encontraba todo tipo de objetos, desde los mas comunes hasta los mas insólitos. A lo largo de su triste vida había reunido un montón de cosas, desde objetos singulares e inservibles hasta un montón de pendientes desparejados…

Por barrer, hasta una vez barrió a un borracho en estado semicomatoso, sin percatarse tan siquiera de que lo barría…

Hasta que un día, que barría mas cabizbajo de lo habitual, barrió un paquetito envuelto en periódico, un poco mas delante había otro envuelto también en periódico, y mas hacia allá otro, y otro… y así hasta diez, barrió diez paquetitos envueltos en periódico. Lo que mas le llamó la atención del envoltorio eran las noticias, todos los paquetitos estaban envueltos con hojas del Marca del día anterior, así que rebuscó en su carrito y sacó los paquetitos para reconstruir el periódico y leérselo al terminar, con su sol y sombra.

Los sacó, los desenvolvió y reunió un millón de euros por paquetito y fue así como dejó de barrer para el resto de su vida….


Blondie

1 comentario:

Anónimo dijo...

pues que barra las calles y tire la basura,que hay huelga en madrid de basureros,ayy si yo tuviera una escoba,lo que barreria,a os fantasmas de los politicos,a los cantantes progres que son mas fachas que los de blas piñar y jo que estoy cabreado,todo todo es mentira y una basura de mundo,regalaré escobas a la humanidad y que cada uno se barra su propia mierda

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