12 de noviembre de 2012

Muerte y Vida


Siento ganas de chillar antes la pantomima de papel que la vida me obliga a representar, soy un alma libre enjaulada entre barrotes de conformismo inconformado, tengo que conducir por una autovía inhóspita, aburrida y sin paisaje y me rebelo, me doy cuenta que me rebelo y no me puedo rebelar y siento las mordazas que la vida me ha ido liando en mi propia vida y quiero desatarlas, cortarlas, pero no puedo, lo intento pero no puedo, la cuerda es demasiado gruesa para las finas tijeras de las que dispongo y no tengo fuerzas para cortar por más que aprieto y aprieto y aprieto, y…

Y la cuerda sigue ahí, dura, rígida y yo envuelta en ella con mi inconformismo conformado. Y me siento pura en mi impureza, dócil en mi rebeldía y aburrida en mi facilidad para no aburrirme.

Quiero ser toxica, tribal y primitiva, romper las cadenas de mis necesidades, volar con la cadencia de un águila real, mirar mi propio paisaje desde arriba y dejar que mis lágrimas fluyan por el patetismo que me inspira lo que veo. Quiero ser dueña de una vida que me dieron sin yo pedirla y no encuentro el modo.

No soy yo, no es mi cobardía, ni mis temores, es la propia vida, que es tan hija de puta que va trazándotela a su antojo y te la arrebata, se aleja de ti cuando ella quiere. Muerte solo es un asalariado de Vida a su servicio.

Blondie

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