3 de noviembre de 2012

Me regalas…


Me regalas un beso y después te vas sin volverte hacia atrás y atrás quedo yo mirando hacia un futuro incierto sin ti...

Y despierto del sueño y tu no estás porque nunca estuviste, porque yo te inventé una noche caprichosa de no se cuando y creí en mi sueño y lo hice realidad y sentí junto a mi tu respiración y tu olor, ese aroma que yo había imaginado y que olía justo a eso, a una mezcla de olores indefinidos entre mar, sal, vida, hierba húmeda, tristezas, recogimiento, bondad y una pizca de mal genio, tan solo una pizca, aunque quieras encubrir tus debilidades con él, esa docilidad tuya, tan tuya para entregarte a lo que es bello y te hace sentir

Y me asomo al balcón de tus ojos y te veo ahí, desnudo, acurrucado en tu pequeño rincón que solo es tuyo y me vuelvo a asomar y veo más, veo el niño que hay en ti, el que yo imaginé, el que yo un día inventé, el que es y es y es y será…

Y pienso en todo aquello que nos perdimos y prendo mis párpados con imperdibles para no seguir viéndote, para olvidar que un día te inventé, que un día te conocí…

Y prosigo en mi vida sin ti con esa docilidad que tu me mostraste que hace asumir las cosas que tu llamas imposibles

Y me enrabieto como una niña pequeña por no verte, por no olerte, por no poderte ya inventar, ni imaginar, ni pensar, ni soñar…

Y desabrocho los imperdibles de mis párpados y se hace la luz y tú estas ahí, sigues ahí, porque formas parte de mis ojos, de mis retinas, de mi imaginación.

Hasta cuando viajarás en mi imaginación hombre frágil de barro?, montaña que se desmorona sin terminar de demolerse? Porque me elegiste a mi para soñarte?

¡Que manía te ha entrado conmigo caramba!, ¿no te das cuenta que nunca seremos porque no existimos?, porque la vida jugó con nuestras mentes, sí, jugó y nos jugó una mala pasada, y ahora tenemos una deuda que pagar, el precio de lo intangible, de lo que jamás fue, ni será, de esa extraña sensación de ser sin ser

Me regalas un beso y después te vas y yo me quedo en tu olvido, asida en el precipicio de mi sueño incumplido, de mis anhelos de saldo, de mis deseos frustrados, de mis ganas de odiarte, de mi dolor incurable, de mi necesidad, mi pena, mi tristeza y mi angustia, de mis ganas de escapar de algo que un día me atrapó y jamás será…

Blondie

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