16 de noviembre de 2011

Wim Mertens



Un amigo me dijo de Wim Mertens o le odias o le amas, bien pues yo anoche tuve la ocasión de escucharle en Arteria Teatro Haagen-Dazs Calderón, en Madrid y le amo, sí, le amo, amo su música. Me pareció un concierto sublime.

Nos presentó su último disco, Series of ands-Immediate givens, compuesto por él, como toda su música. Es un compositor extraordinario.

En el escenario, un trío lo han compuesto, El violín, El Violoncelo y El Piano de Mertens y el conjunto de los tres instrumentos más la voz de Mertens cantando ininteligible ha sido un complemento magistral.

Cada nota entraba en mi interior doliéndome, sí, me dolía de felicidad, sentía que se me iba a paralizar el corazón de tanta belleza y sentía como poco a poco el alma se me iba perfumando con sus notas, con ese piano que bajo los dedos de Mertens habla por si solo y ese violín que te penetra con tan solo un ligerísimo roce en sus cuatro cuerdas por la barra armónica y el violoncelo, oh el violonchelo, el chelo…

Ha habido momentos que sentía que tendría que abandonar mi palco por no poderlo casi resistir, porque dolía, sí, dolía. Es algo difícil de explicar para mí ese dolor, porque era un dolor hermoso, bello, un dolor de éxtasis, un dolor indescriptible…

He salido aturdida de ese concierto, me ha sabido a poco, quería más, todo el público quería más y aplaudíamos en pié con ovación a Win Mertens y sus músicos, un genio, unos genios de la música.

Win Mertens lo tiene todo, es músico, compositor, guitarrista, cantante, es diferente, especial, es bajo mi punto de vista un genio.

Si tienes oportunidad de verle en directo alguna vez, no dejes de hacerlo, sabrás lo que es sentirse muy vivo y vibrar con su música tan acojonante, sabrás lo que es alimentar tu espíritu.

Blondie

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