23 de diciembre de 2008

Navidad, Dulce Navidad...

Para mi la navidad era mágica, días de felicidad, de risas y turrones, me gustaban las luces y los arbolitos de navidad, siempre iba a ver los belenes y me adornaba con purpurinas, llenaba mi pelo de brillos dorados, vestía mi cuerpo de fiesta, me adornaba con bisuterías cegadoras y una sonrisa iluminaba mi rostro. Nadie que entrase en mi casa esa noche se libraba de mi pulverización brillante en su pelo, vamos que todos salían destellantes de mi casa la noche de navidad, por librarse, no se libraban ni los calvos, a todos les enchufaba el spray riendo y cantando eso de esta noche es noechebuenaaaaaaaaaa…

Todos pillaban su buena dosis de cabreo, pero volvían año tras año y esperaban mi fulgurante pulverización, al abrir mi puerta me encontraba cabezas camufladas dentro de sus abrigos, temerosas de ser inundadas de púrpura, aunque en el fondo deséandolo...
Un año odié la navidad y ya no puedo volver a sonreír como antes a pesar de que lo intento, lo intento muchísimo, pero es no se, como una sombra que oscurece mi corazón, que está ahí y viene a pesar de que yo no la llame…


Ahora es ya como una vieja institución y...


Siguen viniendo, tapando sus pelos y esperando mi spray, y yo sigo pulverizando, pero…

Pero ya no pulverizo con la misma alegría…

Blondie

1 comentario:

Anónimo dijo...

te entiendo a mi me pasa lo mismo siempre deseo que termine la navidad antes de haber comenzado
Alfombra Mágica

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.