12 de octubre de 2008

IMPOTENCIA


Se despierta y piensa en él. No le gusta que un extraño invada su espacio, que forme parte de su cotidianidad. Tiene que cambiar eso.

Llega a su trabajo y expone una muy poco creíble excusa para escapar a un parque donde poder estar. Llega a uno de su dilatada ciudad. Allí están sus amigos, los árboles, calvos por el otoño. Les cuenta y ellos la escuchan atentos. Se siente reconfortada. Parece ser que la entienden. Pisa las hojas muertas y se siente culpable, no le gusta pisarlas, alguna vez tuvieron vida propia. Ahora están muertas. Llora por ellas.

Al cabo de dos horas consigue serenarse. Se siente acompañada. Cuando decide marcharse le cuesta despedirse, pero se arma de valor y les dice adiós, prometiendo volver algún día. Se le escapa una lágrima.

El intruso va con ella, no puede quitárselo de encima. Sopesa la posibilidad de denunciarle por allanamiento de morada. Siente su espacio interior violado y piensa que eso está penado, que le metan preso grita sin emitir sonido alguno.

Recapacita y se deja acompañar, no molesta ni dice inconvenientes, tan solo la mira y le regala su calor, tampoco es eso tanto delito –piensa ella-, y le sonríe.

El intruso se desconcierta, esa sonrisa no entra en sus esquemas, da un paso vacilante y duda, pero continúa a su lado. Está acostumbrado a vivir en ella y ya no quiere otro hogar. Es un jeta-piensa ella-, ¡que pague alquiler!, hay crisis.

Acaban charlando y contándoselo todo. Ella le cuenta los últimos acontecimientos sucedidos en su vida, él la escucha y después algunos los hace suyos. Los dos amplían conocimientos con sus intercambios de sucesos cotidianos. Sienten que se enriquecen, aunque sus mundos sean paralelos.

Llegan a casa, agotados por el intenso día. Ella se ducha y él le frota la espalda. Después pican algo y ella se acuesta en su cama, mientras él se cuela rápidamente entre sus sábanas preguntándole, ¿a que hora quieres que te despierte mañana?.

Blondie

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Uno no se enamoró nunca, y ése fue su infierno. Otro, sí, y ésa fue su condena.
cada vez escribes mejor kiss; cuentame el secreto

Anónimo dijo...

toda una sorpresa pasar por tu blog despues de tanto tiempo y encontrarme con esto malizzia kiss
yosoy-tluv

Anónimo dijo...

te acuerdas de mi?
yosoy-tluv

Anónimo dijo...

-DAME UNA RAZON PARA NO LEERTE- NO ENCUENTRO NINGUNA.OTOÑO

Anónimo dijo...

kiero una intrusa en mi Kama xK te
kejas?

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