15 de octubre de 2008

Algo que escribí este verano...

Algo cotidiano
Pensando mientras miras…
Mirando, observando, pensando…


Hoy ha salido el sol con más fuerza que otros días, la luz es increíble, el mar está turquesa con brillos dorados, esos reflejos tan bellos que se ven al amanecer y el silencio es insultante. Es muy temprano, la humanidad o aún duerme o vuelve a sus casas después de una larga noche. Es una hora mágica, una hora limpia y llena de calma en la que el esplendor del paisaje es tuyo, para disfrutarlo milímetro a milímetro, sin prisa…

Una chica llega a la playa sigilosa, se pone sus aletas y su gafas, se mete el tubo en la boca, se sumerge en el mar como una sirena y se pierde en el horizonte nadando…Un perro corretea obedeciendo a su dueño, que le tira piedras para que las coja y se las traiga, es un perro muy bonito, su pelaje es canela, parece simpático y es muy guapo. El perro me mira, pero eso yo ya lo tengo asumido porque a mi los perros siempre me miran descaradamente, incluso giran su cabeza cuando pasan por mi lado para continuar mirándome mientras estoy a su alcance. Siempre me pregunto si sería perro en otra vida…porque no es normal que me miren con ese descaro, ¿que pensaran de mi?.

En la cafetería del camping hay muy poca gente, suenan los Beach Boys y mientras un extranjero rubio platino con ojos azulísimos lee un periódico alemán el camarero va colocando en las mesas las cartas de menús. Me apetece desayunar ahí unos huevos fritos con beans, bacón y patatas fritas, todo eso que tanto engorda, pero desisto rápidamente al ver que al alemán se los sacan con las yemas como piedras, vamos que no se pueden untar y unos huevos fritos sin poderse untar, como que no...

Sigo mi paseo y me cruzo con una belga que camina con un andador plegable, es muy chulo. Cuando sea mayor y necesite uno me lo compraré,- lo llenaré de pegatinas de Micky Mouse- y así podré dar estos paseitos, aunque lo que a mi me mola de verdad es la motito eléctrica esa que usan los muy mayores, porque es una forma estupenda de motorizarse y así poderlo ver todo. ¡Decidido!, no me compraré un andador, me compraré la moto, aunque no se yo que pasará si ando mucho y me quedo sin batería, ¿podré enchufarla en alguna parte?, bueno cuando me pase, ya se me ocurrirá algo...

La belga me sonríe y me pregunta la hora, las ocho y media, le digo y sigo mi camino.

Están colocando las tumbonas, anda que menudo negocio que hacen aquí con las tumbonas, el ayuntamiento debe de estar forrado porque cobran una pasta. Me quedo mirando y me acuerdo de repente de un negocio que pensé una vez que me parecía genial, estaba convencida que me forraría, lo tenía todo estudiadísimo, pensaba diseñar un aparato pulverizador para las playas, con unos recipientes para poner bronceador resistente al agua. Tres depósitos, el de factor 50, para bebés y blancuchos, el de factor 10 para normales y el de sin protección para los mas atrevidos. Introduces un euro, te pulverizas bien pulverizado y hala a tomar el sol. Pensaba patentarlo y luego venderlo a los ayuntamientos y hasta había pensado contactar con las casas de bronceadores para que ellos se encargasen de proveerlo.

Ya me veía yo a mí misma como la reina del pulverizador playero, hasta tendría una multinacional y mis acciones se cotizarían en bolsa...,vamos que sería superhiperrica, como Bill Gates pero en temas solares...

Al final todo quedó en eso, en una idea, luego me pareció una locura y desistí, pero el caso es que yo no he visto jamás eso en ninguna playa y siempre pienso mira que si lo llego a hacer y me forro, como el que inventó el chupa chups, por ejemplo...

Es que no hay nada peor que tener una idea y no llevarla a cabo, a la larga acabas siempre lamentándolo, no me cabe la mas mínima duda, lo que pasa es que si tienes una idea y los que te rodean te tachan de chiflada, si no te animan pues piensas que igual tienen razón y acabas desistiendo, necesitas a veces el empuje, la fuerza de ellos y si no la tienes pues…y eso en realidad es una tontería, debería guiarme solo por mis instinto, mira que me lo digo veces, pero luego…

Caramba a lo tonto, a lo tonto he llegado hasta el náutico, ahí si que da gusto ir prontito por la mañana y ver el movimiento de los barcos, de los yates, de los barquitos pequeños y de los pescadores manejando sus aparejos y sacando su pesca. Huele a mar. Siempre que huele a pescado es cuando realmente huele a mar. Me gusta.

Me encanta pasear a estas horas en verano, por el borde del mar, con poca ropa, es una sensación fantástica, no hace ni pizca de calor y el aire es limpio no está contaminado, además está todo tan tranquilo que sientes que todo es perfecto, que no hay penurias ni desgracias, que la gente ni enferma ni muere, que son todos felices, ya ves que especie de tontería pienso, como si aquí no tuviesen problemas con su hipoteca o su colesterol, pero yo siento eso y me reconforta, me hace sentir mejor, mas segura, mas a salvo…

El caso es que tengo que confesar que si he salido a pasear ha sido con la esperanza de comprobar si es verdad que a quien madruga Dios le ayuda, pero no me ha ayudado…


Blondie

2 comentarios:

Anónimo dijo...

vulvo, siempre vuelvo malizia

Anónimo dijo...

entendiste no? vuelvo

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