16 de diciembre de 2006

¡¡¡ QUE ALGUIEN LA SALVE ¡¡¡

Ingrid estaba tumbada en la cama, fumaba hierba, era bastante temprano y aúnque era hermosa su aspecto era bastante desaliñado, un aspecto de abandono, Santi estaba a su lado y tocaba su tripa con dejadez, parecía hastiado mientras ella le decía ya no me haces sentir nada Santi y yo quiero sentir.

¡¡Quiero sentir¡¡ - gritó-

Esas palabras machacaban el cerebro de Santi una y otra vez, el la quería, a su manera, pero la quería y eso no le bastaba a Ingrid que cada día estaba mas abandonada y con mas necesidad, se estaba alejando de todo, se estaba alejando de él…

Cuando llamó a la puerta su amigo Gus le contó lo que pasaba con Ingrid y lo preocupado que estaba sabiendo que la perdería…¿quiere sentir?- dijo Gus-, pues sentirá…¡ya lo creo que sentirá¡

Haremos el amor con ella los dos,-dijo Gus-, pero entre la vida y la muerte…

Entre la vida y la muerte dijo Gus a Ingrid, ya verás lo que es sentir, viviremos la experiencia de irnos y volver…..volver en el último instante….será fantástico ya veras Ingrid….

Ingrid parecía muy excitada con la idea, le gustaba eso e hizo exactamente todo lo que Gus y Santí le decían…se desnudaron y taparon su cabezas con una bolsa de plástico…y recordad-dijo Gus- en el último instante quitaros la bolsa…Ingrid estaba muy alterada, le había gustado la idea y quería ponerla en práctica, ya, sin demora…

Santi hizo justamente todo lo que Gus le iba diciendo y lo que el iba sintiendo y Gus también y empezaron a amar a Ingrid compulsivamente, que cada vez estaba mas excitada era verdadero placer lo que sentía, notaba que le faltaba el aire y le producía una especie de atontamiento feliz, era una sensación muy placentera cada vez estaba mas mareada apenas podía respirar pero estaba gozando, sus jugos se mezclaban con los de ellos y a través de la bolsa miraba sin apenas poder ver, con los ojos entornados, disfrutando…no quería que eso se acabase, veía luces y cada vez los veía mas lejos a ellos, sentía sus pollas por su cuerpo clavándose en su entrañas, se movían en ella y le gustaba…le gustaba…le gustaba ver como penetraban en el fondo de su vida, de su hilo de vida…Por instantes lo veía todo negro y luego lleno de luz y luego todo negro, vio como ellos se quitaban la bolsa y le gritaban ¡¡ya Ingrid, ya¡¡, pero Ingrid se aferraba a la bolsa con fuerza con sus dos manos y gozaba…gozaba…y veía toda su vida pasar deprisa, cuando era pequeña…cuando le regalaron aquel osito…cuando iban a pescar su padre y ella…cuando le dieron su primer beso…multitud de imágenes que se agolpaban ante ella formando la película de su vida…cuando se fue de casa para no volver mas…cuando quiso probarlo todo y nadie la entendió…

Apretaba con fuerza la bolsa, no quería dejar de ver la película, no quería abandonar esa sensación tan intensamente placentera, no quería que eso terminase. Veía tan lejos a Gus y a Santi, les veía gritar y forcejear con ella para arrancarle la bolsa, fueron unos instantes de lucha intensa, de verdadero placer, luego la oscuridad mas absoluta mientras se corría y sentía su orgasmo a la vez que sentía que se le escapaba la vida…

Un coche entró como una exhalación en la parte de urgencias del Hospital Central, lo conducía un hombre delgado con ojos tristes, detrás iba otro hombre moreno, también delgado y al lado del conductor una mujer tumbada, con los ojos cerrados, sin conocimiento, medio vestida, era muy joven no tendría mas de veinticinco años. Los dos hombres salieron gritando y pidiendo ayuda.

Los sanitarios cogieron a la mujer y la pusieron en una camilla con premura, los hombres iban detrás con gesto preocupado. Cuando los médicos de urgencias la vieron dijeron:- esta mujer está en coma, ¿qué ha sucedido?-

A partir de ahí todo fueron contradicciones, explicaciones absurdas, nada podían averiguar los médicos respecto a lo sucedido, uno decía que se había desmayado, el otro decía que estaba durmiendo y que no pudieron despertarla…

Y Gus gritaba angustiado¡¡¡sálvenla¡¡, ¡¡sálvenla¡¡, ¡¡que alguien la salve¡¡, mientras lloraba atemorizado en un rincón de la sala…


Blondie

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hay juegos a los que no trae cuenta jugar.
No digo mas.
estoy aplatanada.

Martxoso dijo...

Lo que más me ha impactado de la historia es que ella sabia en todo momento a que estaba jugando... y eligió. Quería sentir justamente lo que sintió. Supongo que eso es un buen morir, no?
El relato es impresionante. Enhorabuena de nuevo, Blondie

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