16 de octubre de 2006

OTOÑO


Ahora si que empiezo a sentir el otoño en todo su esplendor y paseo por el parque entre hojarascas que chillan cuando las piso, protestando…

El parque de mi casa esta empezando a estar alfombrado de tonos pastel anunciando su llegada.

Tiempo para el recogimiento y para el silencio, para la retrospección, tiempo para intentar averiguar que buscas, que quieres, que anhelas

Tiempo para conocerte un poco mejor…

Tiempo para meditar…

Tiempo con menos luz, pero no por ello menos hermoso

Otoño poético y triste, otoño…

Y apetece escaparse a un bosque y disfrutarlo, pasearlo y empaparte de él.

Estoy pensando que lo voy a hacer, buscaré un lugar precioso y me marcharé…..y caminaré tranquila, acompañada por el crujir de la hojarasca y por mi música, disfrutando de los rayos de sol que asoman perezosos….

¿Cuándo? ¡¡ y que se yo¡¡, ni lo se…solo sé que iré…

----ooOoo----

Noelia no tenía prisa, tenía todo el tiempo de otoño para ella y eso era un hecho innegable, algo que nadie le podía arrebatar, solo quería pasear sin mas pretensiones.

Estaba cansada de arar la tierra y no quería trabajar, solo quería pasear.

Llebaba unas botas muy cómodas, de monte, atadas con cordones gordos marrones y tachuelas, sus calcetines asomaban por ellas multicolores, le gustaban mucho sus calcetines…no hacía nada de frío y decidió caminar aquél sendero pedregoso y polvoriento, quería subir la montaña, alcanzar la cima y sentarse allí, en lo alto, a disfrutar de la puesta de sol, de ese sol dorado de Castilla.. No necesitaba ya nada mas, había llegado a la conclusión que le sobraban muchas cosas…según iba caminando recordaba a Ginebra en su camino a Camelot, en aquella acequia y sonreía…

Pero la realidad era otra, solo escuchaba a los animales y el silencio, escuchaba el silencio, que la envolvía, le hacía sentirse arropada.

No tenía prisa…prefería disfrutar lentamente de ese paseo, no quería que llegase pronto la cima porque entonces se preguntaba, ¿y cuando llegue a la cima, que?. No estaba dispuesta a sucumbir a las garras de la insatisfacción o de la ansiedad, eso no iba con ella, ella quería beberse el camino, aprender cada centímetro de memoria, dibujarlo en sus ojos y no olvidarlo jamás…hacerlo suyo.

¡¡Pobre Noelia¡¡, que aún creía en tantas cosas….que pensaba que el camino estaba cuajado de experiencias inmensas…pero según avanzaba solo escuchaba el silencio y de silencios fue tejiendo su presente, su caminar, silencios que empezaban a ser su aliados, silencios hermosos, bellos hasta el infinito…

Se paró de súbito y miró relajada hacia los árboles que le rodeaban y comenzó a sentirse acompañada, los miró con descaro, con un tinte de provocación en su mirada, pero a la vez con una expresión feliz y plena, miró hacia la cima y pensó, - tal vez no llegue pero…¿y que?...¿y que?.....


Y continuó caminando, recogiendo hojas y tejiendolas, uniéndolas para hacerse un regalo, un hermoso regalo de hojarasca, que cuando secase sería como un recuerdo de un pasado que fue, de un pasado que perdurará durante toda su vida, que ya formaba parte de ella.

Se sentía feliz, estaba descubriendo que tal vez había comenzado a mirar sola el camino y sentía alivio.

Silencios….

Y comenzó a darse cuenta que esa era ya su experiencia…su increíble experiencia de un otoño incipiente.

De un otoño…. de este otoño, de otros muchos otoños que faltan por venir........

Blondie

2 comentarios:

lahijadelchaman dijo...

mali

lahijadelchaman dijo...

uy jope
que se publico eso solo. Te queria decir que es precioso ese paseo por el bosque de Noelia.
Mira que a mi antes el otoño no me gustaba nada de nada, pero ahora...
y con tu cuento mas aun.
Un beso

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