25 de octubre de 2006

Costumbres

Cada noche después de cenar, desde hace ya algún tiempo, voy a un salón de té que está muy cerquita de mi casa, allí encuentro siempre las mismas caras, allí no se puede tomar alcohol, porque luego se dicen gilipolleces y como que no....pero se puede fumar, estoy de suerte, se puede fumar en algún rinconcito y allí voy yo y pido té, té rojo, por que me gusta su color oscuro, jamás lo mezclo con leche porque lo prefiero solo y escucho la música que ponen, que no se por que razón siempre es mi favorita.

A fuerza de ir e ir, he ido conociendo a los habituales de ese lugar, gentes que también toman té, unos lo toman verde, otros con limón, otros con menta, otros rojo como yo....y he ido como decía conociéndoles, a algunos mas que a otros, pero conociéndoles a todos. Hasta tal punto les conozco ya que cada noche cuando atravieso el umbral del salón de té, percibo si pasa algo raro, pero eso carece de importancia, no es nada especial, no es ningún don, simplemente es mi maldita manía de observarlo todo.

A mi ya me conocen allí y en cuanto llego me dan mi té rojo, aunque ahora me lo tengo que servir yo, pues la dueña del salón de té, se arruinó y lo traspasó. Se llamaba arroba y parecía maja, aunque no la conocía demasiado. Cuando nos enteramos todos, votamos por una colecta para hacernos con el salón y así lo hicimos. El problema es que algunos no se enteraron de nuestra adquisición y cambiaron de bar, pero pienso que cualquier día se enteraran y volverán, eso espero porque la pela es la pela y un negocio se debe de cuidar.

Mis amigos me dicen, -por que ese empeño en ir todas las noches a ese saloncito de té, ¡¡¡como si en Madrid no hubiera mas lugares¡¡¡, ¿ya no te acuerdas que antes conocíamos siempre sitios nuevos en este Madrid nuestro?, lugares reales y de ensueño -, me dicen vente...me dicen vente con nosotros e incluso muchas noches me llaman. Pero yo siempre digo: es que me gusta el té rojo que hacen allí, sabe bueno....

Ultimamente cuando bajo cada noche, encuentro las mismas caras y eso hace que sienta una sención de bienestar, aunque a veces tenemos visitas de curiosos, de gentes que van de paso y que no vuelven más, pero que no nos gratifican con su compañía aunque sea temporal, pero eso lo tenemos resuelto, cuando llega alguna visita inoportuna o soez, de esas que molestan,¡¡ pues llamamos al puerta¡¡ y asunto resuelto.

Ayer por ejemplo sin ir mas lejos, nos vino a visitar una mujer fantasiosa, en forma de león fuerte y vigoroso, en forma del rey de la selva, nos dijo que estaba de paso, parecía un buen león, a mi me pareció entrañable, me gustó, hasta me ayudó anoche, con no se que quería hacer, como digo, dijo que estaba de paso, pero cualquier día volverá en forma de pez marino, poseyendo los mares sin ahogarse.


Blondie

5 comentarios:

Cabeza Mechero dijo...

Precioso texto Malizia, me recuerda a alguna de mis rutinas habituales... A veces, los que sólo vienen de paso pueden enseñar tanto como el que siempre está ahí, quizá se trata solo de saber observar no lo que nos quieren decir... no lo que nos dicen.

(Sigue en el empeño de la música, ya verás que lo conseguirás!)

maliZiakiss.com dijo...

me gusta que te guste, estas formalmente invitado invitada, cuando quieras venir a tomar un té no tienes mas que decirmelo.

Seguiré luchando con la tecnología....
Blondie

Copio este mismo comentario en tu blog

lahijadelchaman dijo...

A mi tambien me gusta ir a tomar algo al salon de te cada noche.
Entro, me siento en el sofa y empiezo a mirar que no a observar.
Yo no observo, no quiero ver nada mas de lo que la gente quiera dejar ver.
Malizia has descrito el salon de te tal y como yo me lo imagino, como un bar de verdad, donde llegas y te encuentras con los amigos, saludas, charlas....y te das cuentas si estan tristes, alegres...se nota, aunque...no les veas las caras.
Por mucho que cambiemos de sitio,de vida...dentro de muchos años..cuando seamos viejitos, aunque las ciencias adelante que sea una barbaridad....siempre nos acordaremos del salon de te,de los ratos que pasamos y de algunas de las personas que alli conocimos.
Va por vosotros.......

heaway dijo...

Ya hace unos años, cuando le explicaba a mi madre cómo funcionaba todo esto se lo expliqué así. Una sala de chat era como un pub, un bar o una pastelería, dónde la gente quedaba o no... y se reunían para contarse sus cosas. Con la gran diferencia que no necesitas salir de casa ni ponerte guapa ni nada. Muchó más fácil jajaja.

lahijadelchaman dijo...

jaja heaway muy bien!!!!!!!! a que es comodo esto??? puedes recorerte medio mundo sin moverte de casa, sin ponerte tacones, sin ponerte ropa...y solo por 39 euros al mes!!!!!!!!!!...alguien da mas ????

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