LA SOLEDAD
Escucho la soledad de Pink Martíni y desgrano cada palabra que él me canta, porque ahora Pink se ha metido en mi casa, en mi cuarto, en mis oídos, en mis sentidos y me canta a mi, me lo canta a mi…Es mi invitado. Yo le escucho y repito la canción de nuevo una y otra vez y mientras él me dice, me canta, yo pienso, yo recuerdo…Y le digo no pares de cantármela, no pares por favor... No pares
Y por recordar, recuerdo que tú y tan solo tú fuiste quien vino a mi, sí, viniste a mi sin que yo te llamase, sin que yo te esperase, y me cantaste y yo te escuché en silencio, pero no supe proteger mi corazón, no supe, no…No
Que putada…Escribiste…
Que putada…Pensé yo…
Que putada…
Y el sol se fue y mi luna apareció, en una noche cálida, en una noche eterna o al menos eso deseaba yo, que fuese eterna. Pero amaneció…
Y el amanecer me mostró aquello que mis ojos no quisieron ver y por no querer mirar mis ojos no vieron y por no ver fueron ciegos…
Y mi soledad y yo nos alejamos lentamente con la penumbra de mis ojos y allí quedaste tú, altivo, lleno de secretos sin desvelar, envuelto en tu coraza de metal, protegido en la armadura oxidada de tu saber hacer, de tus seguridades inseguras, sin saber por qué lloré lagrimas secas al irme, sin preguntarte por qué. Que más daba. Que mas da…
Y como dice esta canción tan solo queda esta canción, solo queda esta canción, solamente queda esta canción…
Esta canción y su triste melodía que me hace bailar sola, sin creer en el sol, sin creer en la luna, sin creer en ti…Sin creer en ti.
Sin creer ya en mí…Sin creer en mi
Blondie