Te Solté La Rienda
maliZia kiss canta con M.D.Pradera
Te solté la rienda
Y de nuevo a la sombra de una encina ...
Hacía muchos años que no dormía a la sombra de una encina, tal vez desde que era una cría con trenzas, después recordé que había dormido el año pasado y anteriormente de pequeñaja con esas trenzas y este domingo me tumbé de nuevo bajo una encina. Dos veces de adulta y muchas veces con trenzas, pero tardé en dormirme...
Quería disfrutar de ese momento, del abanico natural de sus hojas que refrescaban mi dañado cuerpo por los continuados cuarenta grados de estos días en Madrid, del silencio que se respiraba en el campo, ese silencio ruidoso pero que calma, del trinar de los pájaros, ese trinar que ya casi es un lujo escucharlo en el silencio, al menos para los que somos urbanos. Por todo eso me resistía a dormirme, prefería dejar volar mi imaginación disfrutando de ese momento, grabarlo a fuego para el fututo, hacerlo mío para siempre y recordarlo el resto de mi vida…
Y eso hice…
Dejé mi mente en manos de mi imaginación, corté los cordeles que continuamente la ata para no soñar despierta demasiado, perdí el control de ella y la dejé volar...
Y me vi bajo una acequia refrescándome, vi al lado mío una encina y recordé que entonces era una niña grande, que no sabía de la maldad, que creía en demasiadas cosas que más tarde la vida se encargó de destrozarlas, recordé como alguien se acercaba a mi por detrás y me acariciaba, recordé como me poseía con furia y también recordé eso de que un caballero no debe de tener memoria y sentí tristeza, mucha tristeza, porque yo creía en la bondad y ahora recordando aquello busqué corriendo las riendas de mi mente, la até de nuevo fuertemente para tomar el control, cerré los ojos y me dormí bajo el abanico natural de la encina.
Cuando me desperté ya no recordaba nada pero tuve que tomarme una aspirina, no me había tapado y me dolía mucho la cabeza. Había cogido frío…
Blondie