Todas las Gotas de una Vida
La muñeca de María goteaba una lágrima tras otra sin parar. Cada gota que caía, iba estampando en el suelo aquello que había latido en su interior.
El continuo goteo formó un reguero de su sangre en el suelo y allí dejó esparcida toda su vida en un charco, mientras ella la iba perdiendo.
Se estaba desangrando y nadie acudió a ayudarla.
Blondie
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