Todo fue un sueño...

Cuando Alfredo despertó su rostro estaba empapado por sus propias lágrimas. Había tenido una horrible pesadilla en la que ella moría. Sufría un ahogo tremendo porque ahora despierto tenía la sensación que ella estaba muerta. Sintió la urgente necesidad de saber de ella, saber que no era cierto que tan solo era un sueño.

La sola idea de pensar que le hubiese sucedido algo, le ponía enfermo, pensar que se hubiese ido de este mundo, sin que le hubiese podido decir todo aquello que siempre quiso decirle, pero que sus labios sellados se lo impedían, le hacía sentir mareado.

La buscó, pero nada…ni un indicio de su existencia, ni el mas mínimo rastro... Pensó que iba a enloquecer. Descolgó el teléfono y marcó nervioso su número, pero nada…no contestaba…

Buscó otras señales, pero tampoco. Alfredo quería gritar, estaba agitado, no tenía otra forma para saber de ella, excepto las que ella misma le había facilitado y en ninguno de esos medios la hallaba…

Se vistió nervioso, sin ducharse, necesitaba ir donde ella, verla, sin ser visto, saberla viva, necesitaba imperiosamente saber que estaba sana y salva…

Cuando vio la señal, respiró aliviado, sintió el placer de saberla viva, quiso hablarle, contarle todo aquello que guardaba en su interior, pero no pudo por mas que quiso, no pudo decirle que su corazón estaba herido, simplemente la miró desde su escondite, no pudo porque su cuerpo se quedó inmóvil y sus labios permanecieron sellados…

Blondie