A La Tercera Va La Vencida
Salí al balcón, me apoyé en la barandilla, encendí un
cigarrillo y comencé a fumar mirando a las estrellas, la noche era cálida,
invitaba a quedarse allí largo rato, serían las cuatro de la mañana, por la calle no
pasaba nadie tan solo muy de vez en cuando algún coche o algún solitario tardío
que regresaba a su casa. Encendí otro cigarrillo y otro mas, y así pasó un buen
rato, no quería irme, estaba respirando la paz de una gran ciudad cuando duerme.
No pensaba en nada, tan solo disfrutaba de la noche
atrincherada en mi balcón, de pronto miré hacia la esquina de arriba de mi
calle y le vi, me saludó con un gesto en su sombrero sin parar de mirarme
fijamente, la expresión de su boca era neutra pero su mirada hablaba, me
transmitía una urgente necesidad de querer saber mas de ese desconocido, su
mirada me hacia constantes preguntas a las que no sabía responder.
Me froté los ojos para volver a mirar mejor, con más
nitidez, no podía ser lo que mis ojos veían, seguramente estarían cansados y
confundidos pensé, pero volví a mirar y allí estaba, estático, mirándome
fijamente, esperando que yo hiciese algo, que fuese hacia él, que le hablase
Por un instante sentí deseos de bajar para preguntarle pero
deseché la idea a pesar del imán que producía en mí y volví de nuevo a frotarme
los ojos para volver a mirar y asegurarme.
Miré de nuevo por tercera vez y él no estaba allí….
Blondie
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