CUANDO
Cuando fuimos lo suficientemente cuerdos para darnos cuenta, era demasiado tarde. Ya estábamos perdidamente enamorados
Cuando fuimos lo suficientemente locos para embarcarnos en una nave, nos dimos cuenta que no tenía timón y navegaba a la deriva. Nada pudimos hacer para cambiar el rumbo.
Cuando fuimos lo suficientemente valientes para enfrentarnos a la realidad que nos acechaba, sentimos miedo y retrocedimos temblorosos.
Cuando fuimos lo suficientemente cobardes para no querer ver lo obvio, miramos hacia otro lado.
Cuando sentimos necesidad de mezclar cordura con locura, valentía y cobardía para hacer un batido espeso y denso, no encontramos una batidora, tuvimos que comerlo sin batir y nos atragantamos.
Cuando atragantados corrimos despavoridos al servicio de urgencias, nos dijeron que allí no curaban los dolores del alma. Fuimos a una botica pero no estaba de guardia.
Y nuestras almas se quedaron atrapadas entre alucinaciones fosforescentes que dañaron lo poco que quedaba de ellas sin enfermar.
Cuando nos preguntamos ahora donde estamos, no sabemos responder porque la respuesta está, tan solo está en el viento, como nos canta Dylan...
Blondie