2 de febrero de 2007

Charlas frente a un café




Estoy pensando que muchas veces queremos más y más, sin darnos cuenta y que eso no puede ser. Eso me recuerda a mi amiga Adriana, que solo sabe soñar, y nunca alcanza sus sueños, claro. ¿como va a alcanzar sus sueños si no existen?, pero ella insiste, tiene una fe ciega en que los convertiría en realidad. Bueno es que ella es bastante dada a la fantasía, yo siempre le estoy diciendo.- Adriana pisa fuerte por favor, mira lo que te rodea, ¿no ves que muchos te envidian?- pero ella, que es terca como una mula, no me hace ni caso, incluso se cabrea conmigo si insisto, así que he decidido dejarla por imposible, por un caso perdido. Cuando me llama y me cuenta que ha pasado una noche en vela, que daba vueltas y vueltas en la cama, queriéndose dormir y que no podía, yo ya ni la escucho. Precisamente esta mañana me ha llamado con la misma copla, que si anoche no pudo dormir…que si se pasó toda la noche pensando y pensando y desesperándose…que si se alojaron en su cama los fantasmas y no le dejaban espacio…que si se pasó la noche enterita pensando en él, pensando que ya no la quería, que si él iba a ella, aunque no le llamara. Ya es que me aburre la tía, reconozco que es mi amiga y que la quiero muchísimo, pero como no le da la gana escucharme pues yo ya he decidido no escuchar lo que ella dice. Que se fastidie, al fin y al cabo es lo que ella ha buscado, parece mentira que teniendo lo que tiene lo cambie todo por una fantasía. Para mi, y ahora que ella no me escucha, que está un poco neura. Porque vamos a ver ¿se puede vivir de fantasías?, es que me pone mala la muy mema….pues si le quiere a ese tío que vaya a buscarle cualquier tarde y se lo diga, pero a mi que me deje en paz, que bastante tengo ya con lo mío.¿Pero bueno que hago yo aquí hablando de Adriana?, se me ha ido el santo al cielo, claro como me persigue con esas neuras suyas pues me tiene machacada, ¡en fin..!

Pues andaba yo pensando,( cuando vino Adriana a mi mente), que queremos mas y mas y que eso no puede ser, entre otras cosas porque cuando tenemos ese mas, ya no nos satisface y queremos mas aún y a mi eso de atesorar objetos no me va mucho últimamente, ya que siempre pienso que cuando me muera se quedaran todos aquí y a mi eso me da mucha pena, porque cuando yo atesoro un objeto es porque me gusta muchísimo y empiezo a amarlo, lo cuido, le limpio el polvo, lo miro, lo pongo en una vitrina y disfruto con su presencia y su compañía, y si luego lo tengo que dejar al morirme me da como pena… Así que he decidido desprenderme de todos esos objetos que mas amo, regalarlos para que me recuerden con cariño en vida y cuando me muera también, no pienso volver a comprar ni un solo objeto más, eso si que lo tengo claro.

Solo quiero atesorar imágenes, esto es algo que he decidido, entre otras cosas porque pienso que esas si se irán conmigo cuando me tenga que marchar. Serán mi dulce compañía, todas esas experiencias en forma de presencias llenas de colores y algunas de sombras, porque también hay imágenes oscuras, pero son al fin y al cabo, también, parte de esa película que yo quiero poseer y llevarme cuando me tenga que marchar.

Y andaba yo así sumida en estos pensamientos cuando sonó mi móvil, me llamaban del gimnasio para preguntarme si pensaba volver y al mirar vi. una llamada perdida de anoche del tipo ese que le roba la tranquilidad a mi amiga. ¿Para que me llamaría?, el caso es que ni me atrevo a decirle a Adriana que me llamó, mira que si enloquece por mi culpa, eso si que no me lo perdonaría. Y como se que anda medio trastornada por ese tipo, pues he decidido callarme, que se entere por él, si es que él se lo dice. Desde luego no será por mí, eso lo tengo clarísimo. Y es que yo pienso que no le conviene, que ha descubierto las fisuras de mi amiga y se colado en ellas para jugar a su antojo, mira que se lo digo veces, pero ella no me hace ni puto caso, está ciega y sorda, y no quiere razonar. La verdad es que me está empezando a preocupar bastante, somos amigas desde pequeñitas y me duele verla así, con lo que vale ella¡¡caramba¡¡.

Espero que se le pase pronto y así pueda recuperarla, esperaré a entonces para hablarle con claridad y explicarle lo tonta que está siendo.

El caso es que tengo un montón de cosas que hacer y no tengo muchas ganas últimamente, que entre estas neuras que me han entrado por todo lo que tengo atesorado y los disgustos que me da Adriana, me estoy volviendo un poco dejada y cuando estoy preocupada, me repliego y no soy capaz de hacer nada práctico, solo se darle vueltas y vueltas a las cosas sin parar y eso no conduce a nada, lo se, pero continuó haciéndolo, es algo visceral, no puedo luchar con ello a pesar que lo intento.

Tengo muchas ganas que llegue el verano, iremos todos a la casona esa y disfrutaremos. Allí se puede pensar con cordura y pasear. Mientras no pase nada raro claro, porque últimamente siempre sucede algo que enturbia la paz que allí se respira. Igual este año le digo a Adriana que se venga unos días, aunque me da miedo porque como ella es tan soñadora igual se enamora allí y luego todos los del pueblo murmuran y es que yo soy muy comedida para esas cosas, me dan tanta vergüenza los dimes y diretes, que prefiero no hacer nada con tal de que ni me mencionen. Pero ella, que es una loca de la vida igual se encapricha de alguien que no procede y entonces ya la hemos liado. ¿Os imagináis que se enamorará de un chiquillo como en la película esa de Un Verano del 42.-Que película tan bonita, me gustó muchísimo-. Pues de ella me espero cualquier cosa así que aún no se que haré, de momento dejo aparcada la idea, y ya veremos mas adelante que pasa…Es que como la conozco desde hace tanto tiempo, se que algo hará, que querrá olvidar al amor de su vida en brazos de otro, lo se, y sé que si eso pasa nada le hará cambiar de idea, pensará que es lo mejor y se maltratará hasta conseguir escapar de su dolor, aunque se haga daño.

¿Se nota que Adriana me tiene muy preocupada verdad?, es que no consigo quitármela de la cabeza y así no avanzo nada, no puedo hablar de mí, que es lo que yo pretendía. Aunque de mi poco hay que hablar, mi vida es bastante ordenadita, tengo todo muy controlado, hasta los sentimientos. Yo no soy de esas que les resulta muy fácil amar, amo cuando hay que hacerlo y mi amor perdura a lo largo del tiempo, va creciendo y se va fortaleciendo hasta conseguir algo indestructible. Bueno eso pensaba yo hasta hace nada, pero ahora las cosas han cambiado, aunque me niegue a aceptarlas. Es que yo siempre he sido una mujer muy práctica y de encariñarse con todo y luego pasa lo que pasa, que cuesta desprenderse, es un poco como lo de atesorar objetos, pero esta vez hablo de personas, de los sentimientos que despiertan en mi y que tanto me cuesta desprenderlos.

Cuando alguien me dice, Ana quiérete mas, acepta que tal vez eso ya no lo quieras, pues yo me niego a escucharlo y continuo quieta, pensando que una no se puede desprender de las cosas con tanta facilidad…

El caso es que tengo que hacer un montón de cosas hoy y aquí estoy perdiendo el tiempo entre pensamientos y dudas que no conducen a ninguna parte.

La verdad es que la única que me comprende es Teresa, mi otra amiga desde que éramos pequeñas, porque mi madre no me comprende nada, jamás he podido hablar con ella de estas cosas, me diría – hija saca los pájaros de la cabeza-, es que mi madre no entiende mas que de deberes y obligaciones y sometimientos, ella no entiende que a veces las cosas cambian y dejan de ser como antes, pero que a cambio enriqueces tu vida con otras cosas, aunque solo sea tu propia superación. Mi madre no entiende nada de nada, pero no creáis que es por falta de inteligencia, ella es muy inteligente, tanto que a mi me sorprende casi a diario con sus pensamientos que rozan la genialidad, pero es una retrógrada la pobre, educacionalmente hablando, claro, tan retrógrada que no hay manera de hacerla razonar y claro todo lo que yo he ido haciendo en la vida ella lo ha tomado como ataques directos a su persona, no ha sido capaz de pensar por un instante que tal vez su hija necesitara ser feliz. Y es que ella opina que la felicidad está en el buen hacer, en ese hacer que como dice ella es como Dios manda…y a veces Dios manda mucho y es un poco cabrón, pienso yo, pero no se lo puedo decir porque le daría un patatús…y yo no quiero que le dé un patatús y se muera, quedaría eso en mi conciencia toda la vida y entonces me pasaría como a Adriana, que ya no podría dormir…

Están llamando a la puerta, son los del súper, que me traen la comida. Siempre la pido a domicilio y así no tengo que ir a esas grandes superficies, que tanto odio. Me ponen enferma y en cuanto llevo allí mas de dos minutos mi mente se nubla y me mareo de tal forma que empiezo a llenar el carro compulsivamente de cosas absurdas, que no necesito y que jamás utilizaré, sin pensarlo y cuando me quiero dar cuenta estoy frente a una cajera con la voluntad absolutamente anulada y una factura increíblemente alta, que pago sin rechistar, con tal de marcharme corriendo de allí. Así que he decidido pedirlo por teléfono, con sosiego y recibirlo en casa tranquila. Aunque la llegada de ellos rompa a veces la serenidad, como por ejemplo hoy, que estaba yo aquí tan a gusto charlando con vosotros y me tengo que marchar. Pero ya volveré otro día y continuaré contando los planes que tengo, los grandes planes que van a cambiar mi vida, aunque a mi adorada madre esta vez le de un patatús…


Blondie

1 comentario:

lahijadelchaman dijo...

jolinessssssss !!!!! vaya testamente has escrito malizia!!!!
..pero me lo he leido todo,todo ehhh!!
y aqui estoy, ojiplatica. Ya no estaba yo para muchos trotes y he tenido que entrar y leerme todo eso uffffff me he quedado........patidifusa.
un besito, espero recuperarme jugando un poco al solitario.
Besitos.

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