24 DE DICIEMBRE
En el portal de Belén dicen que hay un niño chico, otros
dicen que un recién nacido, el caso es que llora fuerte, más bien berrea,
porque tiene frio, porque tiene hambre. Los pezones de María están secos y no
puede amamantarle, Jóse anda pensando que hacer pero le vence la impotencia por
no tener recursos, tanto grita el niño chico que todos los de Belén se acercan
a visitarle, unos por lástima, otros por cotillear, algunos que no pueden tener
hijos con la esperanza de cambiarlo por un par de ovejas, también los que se
sienten muy listos y creen saber la solución para que deje de molestar el
maldito niño chico o los tontos del bote que no saben muy bien porque hay que
ir al portal, pero van y otros, los más pocos, por ayudar, simplemente por
ayudar sin esperar nada a cambio…
Pero nadie logra su objetivo, los que se compadecen no
logran tenerle lastima, los que murmuran no logran cotillear, los que no tienen
hijos comprenden que el niño es de María y que no querrá ir con ellos, los que
se sienten muy listos y creen saber qué hacer para que deje de llorar no dan
con la solución , los tontos del bote que no saben muy bien porque hay que ir
al portal allí están, estáticos, parados, esperando saber qué hacer pero no se
van y los que quieren ayudar se quedan allí paralizados ante su presencia, no
entienden muy bien porque pero sienten que son ellos los que necesitan ayuda
del niño chico que berrea.
Una luz potente y poderosa se posa sobre el camastro que
hace las veces de cuna, pesebre se llama, e ilumina al niño chico con tal
intensidad que todos se arrodillan ante él y sin saber muy bien porqué, comienzan
a sentirse todos mejor y muy unidos, los lastimeros, los cotillas, los que no
tienen descendencia, los listos, los tontos del bote y los que solo querían
ayudar.
Y aparecieron unos Reyes lejanos, polvorientos, cansados,
sedientos portando dos de ellos coronas de oro, otro turbante de finas sedas e
hilos de oro y los tres capas de armiño y los tres con sus mejores presentes.
Dicen los más enterados que vienen del lejano Oriente porque
alguien les hizo saber que en un portal en Belén había un niño chico que
berreaba de hambre y de frio, pero que con su intensa luz apaciguaba a todos
ante él…
Y los Reyes se inclinaron antes el niño chico con sus
presentes y le llamaron Rey, María le llamó Jesús y el resto de los presentes le
llamaron Jesús de Nazaret
Esa es la magia de la nochebuena, que nació Jesús el hijo de
un Dios y con esa magia consigue unir a todos y cada uno de todos los
diferentes en esta noche, hasta a los Reyes del lejano Oriente…
Feliz noche para todos.
maliZia kiss