A POR UVAS...
Ya no importa el vestido de la Pedroche, ni las campanadas
de la Puerta del Sol, el día 31 de diciembre se ha convertido en un día tedioso
tomando obligados, como Dios manda, unas uvas transgénicas de la suerte en la
que los granos son como melones que engullimos en doce campanadas de cadencia
lenta, sabiendo que nos atragantamos casi tanto como nos va a atragantar cada
mes de este año que comienza.
Siento ser negativa pero está cantado como va a ser este año
y quien no quiera verlo que brinde con cava, que engulla las uvas con algo rojo
puesto, que pida un deseo y que se lo crea y que se engañe a si mismo…
Malos tiempos para la lírica, malos tiempos para las uvas de
un año muy incierto que comienza…
Aunque como dijo Bogart, siempre nos quedará Paris…
maliZia kiss