5 de abril de 2022

Por Pelos...


Foto: web

Me fui a la peluquería a pedir que cortaran mi pelo de una forma desenfadada, un corte que mostrara mi rabia, estaba furiosa con la mascarilla, ese horrible bozal que esconde nuestra sonrisa, con Putin y sus locuras, que no hay dios que lo entienda, con  esta forma en la que nos estaban haciendo vivir como zoombies, sumisos y obedientes, con miedo a sentir o a mezclar una saliva. Quería gritar con mi pelo mi más férrea disconformidad con el maldito sistema.

Cuando llegué la peluquería estaba cerrada por defunción, no me lo podía creer…

Me contaron que mi peluquero había cerrado por muerte de sus ideas, que se había quedado sin libertad para utilizar su tijera a su antojo, con esa manera suya tan especial y anárquica de atacar a los pelos, donde, cuando y como le apetecía...

Dicen que anda por ahí perdido por el planeta en busca de algún lugar en el que pueda defender sus ideas sobre su tijera sin ser censurado instantáneamente…

Estoy segura que algún día sus tijeras y mi pelo se encontrarán y podremos gritarle al mundo ¡basta ya!, que yo me corto el pelo como a mí me da la gana y no como queráis vosotros…

Pero para eso falta mucho y si mi impaciencia me puede me lo cortaré yo a trasquilones y lo que pase después pues pelillos a la mar…

maliZia Kiss


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