La Cena de los Idiotas
No necesariamente hace falta ser Pierre Brochant, ni
celebrar una cena cada miércoles, ni tener que presentar a un idiota para que
todos alguna vez hayamos tenido una cena idiota.
Una cena llena de desencuentros, de falsas expectativas, de
sueños incumplidos, una cena de rostros que te miran y no te dicen nada o lo
que aún es peor te dicen con su ojos sin hablarlo todas esas cosas que tu
intuyes.
Una cena de idiotas a la que nunca deberías de haber
asistido, a la que deberías de haberte negado, una cena de idiotas que te
pasará factura toda la vida…
Y al final ¿quién gana, quién pierde en una cena de idiotas?
Gana, evidentemente el idiota y pierde aquél que sufre…
Blondie
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