SWING

Había tenido que rendirse a la evidencia de que ella no era para él. Demasiadas primaveras sintiendo el tacto de su piel inexistente habían hecho mella en su sinrazón y ahora ya no esperaba nada de esas sensaciones dormidas por su recuerdo.

La vida no había sido justa con ella y justamente ahora comenzaba a darse cuenta de su error.

Tal vez las melodías ya dormidas de sus musicales susurros, despertasen cualquier día para regalarle esa canción que tanto y tanto escuchó el dial silencioso del transistor de su soledad.

Ya habían pasado demasiadas noches de sentimientos ingratos, de esperanzas frustradas, de recuerdos olvidados a fuerza de recordarlos.

Ahora tocaba escuchar un swing y bailar con el recuerdo bajo el embrujo de aquello que no quiso escuchar de él un día, improvisando los pasos que le alejasen dulcemente de él, de todo aquello que él le mostró y a la vez no quiso mostrarle…

Blondie

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