El Maligno

Una fuerza maligna quiere poseerme, se aproxima a mi en las sombras de mi cuarto, quiero pararla, ¡la luz!, tengo que encender la luz, pero mi cuerpo no responde, mi brazo pesa tanto que no puedo levantarlo y esa sombra se acerca, me acecha, quiere hacerme suya, quiero gritar, pedir auxilio, que alguien me ayude pero mi garganta no es capaz de emitir sonido alguno.

Lo maligno se acerca más aquí, hacia mi,  acompasado por la melodía de unas risas entrecortadas de unas niñas pequeñas, son diabólicas, son risas con eco, risas de miedo, risas de perturbadas,  me asustan mucho y no puedo escapar, intento de nuevo encender la luz pero mi cuerpo pesa, pesa tanto…Me caigo de mi cama y me arrastro con mucha dificultad hacia la puerta, necesito abrirla y salir de ahí, escapar de toda esa locura pero de repente me doy cuenta que estoy en la cama y me veo a mi misma como me arrastro por el suelo hacia la puerta, ¡no es posible!, ¿me estoy volviendo loca?, soy yo…pero yo estoy aquí y no puedo encender la luz…¿Qué está pasando?.

Me despierto por la mañana con una sensación de ahogo, tengo miedo, mucho miedo al recordar lo que pasó anoche, no se que sucedió después, tan solo recuerdo que mi cuerpo era plomo y no podía encender la luz, que mi angustia era desmesurada, que tenía mucho frío…

Creo que todo ha sido un sueño, una horrible pesadilla en la que mi cuerpo dormía y mi mente estaba despierta, o al revés, ¡que se yo!, no entiendo de viajes astrales, ni quiero entenderlos, solo se que no debí ver anoche aquella horrible película que me hizo estremecer varias veces antes de apagar mi ordenador sin terminar de verla, que me hizo temblar antes de irme a la cama donde me encontré con El Maligno del que no estoy nada de encantada de haberle conocido…

Blondie

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