16 de noviembre de 2006

El Síndrome de Estocolmo

Cuando se levantó esa mañana para ir a clase, Marta no podía ni imaginar que iba a cambiar su vida totalmente. Sonó el despertador y remoloneando se levantó de la cama hacia el baño, abrió la ducha dejando que corriese el agua caliente con fuerza, para disfrutar de los vapores y se sentó a hacer pis con la mirada perdida, estaba muerta de sueño como todas las mañanas, pero mientras se duchaba pensaba que hoy no podía faltar, tenía clase practica y no se la queria perder, además estaría Pablo y eso ya era suficiente motivo.

Era su primer año de universidad y asistía a la facultad con ilusión, se había empeñado en estudiar cinematografía a pesar de la enérgica lucha de su padre por impedírselo, diciéndole continuamente que su futuro estaba en sus empresas y que tenía que estudiar economía, que su vida era la empresa y que se dejara de tonterías, pero ella era de carácter y así contra toda oposición, se había salido con la suya.

No le interesaban para nada las empresas, ni los empresarios, ni los números, reconocía que tenía una vida demasiado confortable, que le gustaba vivir en la abundancia, pero de ahí a ser empresaria había un gran paso…

Lo que mas le jodía es que todos la tacharan de niña de papá, de niña mimada, ¿Qué culpa tenía ella de haber nacido millonaria?, ¿acaso lo había pedido?, la vida le estaba resultando muy fácil y los demás la etiquetaban de tontita, pero ella tenía inquietudes, ¡¡que caramba¡¡, le gustaba el cine y el arte y la literatura y todo lo que fuese creativo y no esos horribles números y gráficos que su padre se empeñaba en explicarle, esas revistas de ranking de las diez mejores empresas y esa fábricas inmensamente frías…

Se puso sus levis y su camiseta de Ralph y salió con prisa hacia el jardín de casa mirando las rosas que estaban preciosas…..luego cortaré una - se dijo -. Al llegar al garaje le extrañó verlo entornado, casi cerrado y pensó - vaya otra vez ha cerrado mal Gustavo- abrió la puerta con el mando y entró.

El garaje era bastante grande, para siete coches, el suyo estaba al fondo y se dirigió hacía allí con sus cascos puestos escuchando su musiquita, pensando en lo que hoy tal vez le diría Pablo, en lo que ella deseaba escuchar… entró en su mini cooper y al sentarse para arrancar sintió algo frío en el cuello a la vez que una voz le decía.¡¡haz lo que te diga o te mato-.

Y no intentes gritar - le dijo -, mientras apretaba con fuerza su boca……….

Marta no daba crédito a lo que estaba escuchando, pero sintió un escalofrío que le recorrió todo el cuerpo, por su retrovisor vio que se trataba de un hombre de mediana edad, con barba de dos o tres días, moreno y que empuñaba una pistola apuntando justamente a su cuello.

-¡Arranca¡¡, ¡¡vamos¡¡

Arrancó su coche y fue haciendo justamente lo que el hombre le decía, temblando y muerta de miedo… primero a las izquierda, luego a la derecha, después continua recto….y así hasta que le mandó parar, le hizo bajar de su coche, le puso un esparadrapo en la boca, la metió a empujones en una furgoneta gris sucio y allí dentro ató sus manos y sus pies, y luego los unió con otra cuerda de tal forma, que se quedó tumbada en el interior, en postura fetal sobre el suelo.

Llevaban un buen rato circulando, lo notaba en cada bache, en cada curva y cada vez estaba mas aterrorizada, ¿qué querría de ella?, ¿qué estaba sucediendo?, ¿y su padre?, ¿la encontraría? o él ¿la mataría antes?- se preguntaba-. Después de pasar muchísimo tiempo, un tiempo que a ella le pareció eterno, la furgoneta se detuvo y el hombre le puso un pañuelo negro en sus ojos y la sacó bruscamente, tirando de su brazo con energía y desatándole los pies.

Marta notaba que pisaba tierra húmeda, escuchó una verja, luego mas tierra húmeda y después otra verja…luego silencio…

No sabía exactamente cuanto tiempo había pasado cuando el hombre entró en el lugar que ella estaba y le quito la venda, diciéndole - si eres buena chica y tu padre responde a mi petición, pronto estarás en casa, y ahora comete esto- y le lanzó al suelo un saco de papel con algo dentro.

Si no me desatas no puedo comer, le dijo Marta, pero el hombre pareció no escucharla, se limitó a sacar del saco de papel una hamburguesa, le quitó el esparadrapo y se la aproximó a la boca diciéndole, un solo grito y te mato… y le gritó ¡¡come¡¡, y Marta comió….

No sabía cuantos días habían transcurrido, pasaba los días y las noches en esa oscuridad y el único momento bueno para ella era cuando sentía ganas de comer o de hacer sus necesidades, entonces él venía y le daba la comida o la llevaba a un lugar allí mismo,con un water portatil, le bajaba sus vaqueros y hasta la limpiaba, hacía todo lo que hubiese que hacer, todo menos desatarla.

Los días, iban pasando, pero ella no salía de allí y cuando le preguntaba, él le decía, han surgido problemas, tu padre llamó a la policía y jamás debió hacerlo…jamás………...y ya no le decía mas…….

Hasta que un día se dio cuenta que habían pasado ya 28 días, lo sabía porque el día que él la metió en la furgoneta acababa de terminar con la regla y ahora…¿ahora que haría?, pero él la ayudó…y ella le miraba…y le dijo, quédate a mi lado, no me dejes sola, tengo tanto miedo… tengo tanto frío…

El hombre, la miró y le dijo que se quedaría……..

A partir de ese día, hablaban bastantes horas, el empezó a tener una mirada mas dulce y Marta empezó a darse cuenta que era mejor de lo que ella pensaba…….

Lo peor fueron esos días en los que el no apareció y la dejó allí atada y sin comida…intentó por todos los medios desatarse, pero era imposible, estaba muy bien amarrada y ese lugar angosto no le permitía moverse demasiado…….tampoco podía gritar…….

Cuando al fin volvió un día ella sintió una enorme alegría, pero el no estaba de muy buen humor, le contó que casi le pilló la poli por culpa de su padre, que había estado a punto de conseguir el rescate y que si eso hubiese sucedido ella ya estaría muy cerca de casa y el muy lejos…pero que las cosas se habían complicado y que ahora igual tendría que matarla……….

Pero no la mató……..

Y Marta sintió agradecimiento…..

Y continuaron hablando cuando el la acompañaba y ella poco a poco quiso saber de él, de vez en cuado le preguntaba tímidamente por su vida, pero él solo respondía hurañamente o con monosílabos………

Pero ella notaba que la miraba de forma diferente y a veces le decía estas muy delgada Marta, muy delgada, pero sigues estando muy guapa…….

Un día consiguió enterarse que eran esos murmullos de gentes que escuchaba alguna vez, el se lo contó, le dijo que estaba escondida en un Panteón de un cementerio y ella creyó morir al enterarse, casi enloquece pensando que estaba rodeada de muertos, pero no enloqueció….

Y cada vez necesitaba mas su compañía, no quería estar sola, tenía tanto miedo, tenía tanto frío…..

Tendremos que esperar un largo tiempo, le dijo un día, para volver a pedirle a tu padre el rescate, hay que dar un margen para que piensen que estas muerta y dejen de buscarte y entonces solo entonces es cuando de nuevo hablaré con tu padre y le diré que si esta vez el falla, yo no fallaré en el tiro…….

Durante esos dos meses que él le había dicho, aprendieron a conocerse, algún día él incluso le regalo una caricia y una sonrisa y ella empezó a sentir que no quería que le pasara nada, que no quería que le mataran, que no quería que se marchara…….

No era tan mayor como ella pensaba, ni tan hosco como aparentaba, ni tan malo como quería hacerle ver…….

Hasta un día le dijo como se llamaba y le habló de su infancia y hasta de sus temores y ella escuchaba dándose cuenta que quería seguir escuchándole….. ¿qué le estaba pasando?

¿Qué le había sucedido?, de repente él era muy importante, ya no soñaba con huir, ni con volver a casa, ya no quería que la encontraran…..solo quería que él la acompañara…..

Y cuando lo veía nervioso, Marta pensaba- ¿como no se dará cuenta que ya no haría nada para escaparme?

Incluso a veces se sorprendía mirándolo y pensando lo guapo que era y lo felices que podrían ser viviendo juntos…….

Pero lo encontraron…….y en un tiroteo, lo mataron…….y Marta llora su ausencia…….no ha conseguido olvidar su ternura, sus ojos, su mirada, sus ojos, su hermosa mirada…..…..

No ha conseguido olvidarle…….

Blondie

3 comentarios:

Martxoso dijo...

Eso del síndrome de Estocolmo es algo que siempre me ha sobrecogido. Qué frágil es la mente del ser humano, o que fuerte, para amoldarse a las situaciones más terribles.
Pero sabes lo que más me sobrecoge de una situación como la que describes? Que ella, de pronto, siente que AMA a su raptor, se siente enamorada, llena de deseos, ansiedades y mariposas en el estomago... Y uno no termina de saber si eso es debilidad, o es tal vez como una margarita en una grieta del asfalto negro negro negro...
Precioso relato, Blondie

Alex dijo...

Muy bonito, Malizia. A mí me parece que ese sentimiento que surge en el secuestrado es una defensa de la mente para poder sobrellevar una situación así de extrema. Segregando oxitocina u hormona del amor... uno vive en un mundo irreal, levitando y viendo la vida en rosa, aunque sea un asco.
Bueno, que me ha gustado, nada más...

lahijadelchaman dijo...

a mi tambien me ha gustado mucho malizia, jo por que tiene que ser una defensa de la mente?? que cosas mas raras pensais.
Por que no puede ser que a ella le gustaba el y sabia que nunca la haria daño?
A mi me parece una bonita historia, ojala no le hubieran matado, se hubieran puesto de acuerdo y se hubieran ido los dos con el dinero del padre.
Muy bonito malizia.

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