3 de julio de 2008

¿Concierto o Desconcierto?

Canta: Joaquín Sabina
Relato escrito y leido por MaliZia_kiss


Cuando fui aquella noche al concierto de Sabina, sabía que el tío era feo de cojones, pero también sabía que su voz destilaba poesía y creo que por eso me gustaba tanto la idea de ir a verle, de escucharle y soñarle entre mis brazos, a pesar de su hermosa fealdad.

Pero no tendría esa suerte, -pensaba-. Cuando entré en la plaza de toros, comprendí que era mi personita, como una aguja en un pajar, pero aún así, fui de las primeras en entrar y conseguí una honrosa primera fila, ganada con mis desvelos de la noche anterior, entre calores y colas, con bocatas y música.

Nerviosa y expectante por verle y escucharle, me asomé por un lado del escenario, pero un segurata me miró con cara de pocos amigos y me hizo un gesto casi obsceno, indicándome que me largara. Pero yo, que soy bastante insistente cuando quiero algo, me fui sin quitarle el ojo de encima, hasta que en un descuido, ¡¡zas!!, me colé como una colegiala y avancé hacia el fondo sin volverme.

Se oían unas voces y una de ellas era de Sabina… ¡¡Increíble!!, Sabina hablando y yo escuchándole, estaba al borde del éxtasis, no me lo podía creer.¿Como era posible que ese tío tan feo me pusiera de esa manera? ¡¡Tengo que hacer algo!!, quiero verle y tocarle y oírle de cerca,-pensé…- , así que apreté firme el paso y con una sonrisa casi escandalosa, abrí la puerta de donde salía su voz y de pronto le vi, como a un perro de nadie, ladrando a las puertas del cielo y ni corta ni perezosa, con todo mi morro le dije: ¿Joaquín tienes un minuto?, me gustaría hacerte unas preguntas para Woman’s...

Ante mi sorpresa, en vez de fingir o estrellarme una copa de celos, le dio por reír… y Sabina hizo un gesto al tío que le acompañaba, indicándole con la mirada que se largara y me dijo:- por supuesto preciosa, tengo tiempo.

Mientras mi mente trabajaba vertiginosamente pensando que preguntas le haría, me preguntaba a la vez mentalmente ¿por qué este tío me dará tanto morbo con lo feo que es?, el caso es que empecé a hacerle preguntas sobre sus canciones, mirándole fijamente y poniendo la mejor de mis pícaras sonrisas y la mejor de mis inquietantes miradas.

Mientras le iba preguntando, dejé caer el tirante de mi body y acaricié mi desnudo hombro con mi boli bic, lentamente, jugando con la punta del capuchón desde el hombro hasta mi escote, mientras él me miraba algo nervioso…

- ¿Tu no eres periodista, verdad?-me dijo Sabina con esa voz de fumador, que tanto me gusta
- ¿Y que?-le dije yo-¿te preocupa eso?

Estaba harta de ir por la vida como una mojigata, así que decidí lanzarme y saborear lo que en ese momento tanto me apetecía, me acerqué a él y le di un morreo impresionante, no le soltaba mientras sentía como se empalmaba por segundos, le abracé con fuerza y le dije:-eres mi sueño, quiero hacerte mío aquí, ahora, no entiendo porque, pero me pones, me produces un morbo tan grande que estoy deseando poseerte.

Tal era la excitación que tenía que le arranqué con fuerza la camiseta, que dejó al descubierto un pecho enclenque, casi famélico, pero que a mi me ponía muchísimo y pude ver, al fin su corazón en los huesos…, aunque no me fui dejándole así, que ya lo tenía en los huesos, ¡palabra!, aún a sabiendas de que me tomaría por loca y que llamaría al segurata ese para que me echara, pero ante mi sorpresa, me arrancó el tóp que llevaba puesto, besando y lamiendo como un loco mis tetas, el resto de nuestra ropa nos la arrancamos con furia, parecíamos unos salvajes, cada vez estábamos mas excitados, ya no queríamos esperar mas, nos sobraba todo, queríamos piel y sudor y sexo, mucho sexo, el resto ya no importaba, ni el concierto, ni el segurata…solo queríamos poseernos como animales...¿por que dirán sus amantes que el malo es él, si la mala soy yo…?, si yo quería quererle y él no…

Volvimos a besarnos lascivamente, retorciendo nuestras lenguas como si fuéramos bestias y sin parar de tocarnos, mi mano resbalaba por la escarcha de su pelo y sentí como su excitación se iba haciendo cada vez mas grande y mas dura bajo sus pantalones, así que se lo quité de forma salvaje y pude ver sus famélicas piernas, pero en lugar de darme asco o ganas de salir corriendo, aún me puse más húmeda, le arranqué el calzoncillo y agarré su polla con fuerza,- era grande y estaba muy dura, no podría decir cuantos centímetros, pero era muy grande -, apretándola contra mí. Nos revolcamos por el suelo como dos salvajes, lamiéndonos y pellizcándonos, besándonos y retorciéndonos, como dos bestias.

Me empezó a susurrar al oído muy bajito todas aquellas cosas tan lascivas que yo no había oído jamás…y yo gritaba de placer…gritaba…tanto gritaba que se estaba volviendo loco…,no parecía un fantoche para nada…y yo me preguntaba…, ¿me comprará con bisutería?, o pensará que soy una fantoche que va en romería de concierto en concierto buscándole…


Se sentó en el suelo y yo encima de él, introduciéndome su polla dura , con fuerza, y sintiendo como se movía dentro de mi, produciéndome autentica satisfacción, mientras le gritaba, fóllame más, más, másssss, no dejes de hacerlo… y gritaba mientras gemía de placer… Cuando se corrió, cogí su semen y le embadurné su pecho riéndome a carcajadas, dibujando un signo de interrogación en sus costillas, luego le miré y de nuevo empecé a excitarle, le toqué jugueteando, le empecé a mirar con descaro sin dejar de reírme, mientras se masturbaba, hasta que le dije: te la voy a comer toda…ya veras…y hundí mi rostro en su polla, mientras se la chupaba entre gemidos…,me apretaba la cabeza con fuerza y yo le dejaba…,me gustaba oírle gemir así, era mío… esa voz de poeta era ahora mía…,completamente mía…,¿quieres más?, y le empecé a masturbar con mi boca mientras se retorcía… y su cuerpo se estremecía ante mí…y eyaculaba dentro de ella, mientras yo lo saboreaba...

Cuando me senté encima de él, estaba ya totalmente agotado pero yo seguí…y al rato de nuevo su polla era dura y mía…y empezamos los dos a movernos a un ritmo vertiginoso mientras él se aferraba a mi pecho, más deprisa, más…,así me gusta.. , así…sudábamos como fieras en celo, su delgadez se clavaba en mi cuerpo y eso me excitaba casi tanto, como escuchar su voz diciendo mi nombre…, esa voz…, esa voz de poeta…

Pero eso si, lo nuestro duró mas que lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the Rocks…, duró mas…

Y allí le dejé como a un neceser con agravios, con la miel en los labios y esa escarcha en el pelo, que yo había tocado…para que regresara a la maldición del cajón sin mi ropa…

Y a la perdición de los bares de copas…

Cuando ya no podíamos más, me vestí despacio, sin dejar de mirarle mientras el me decía de rodillas:-¿me das tú móvil?, dame tú móvil…me decía con un hilo de voz… Me dirigí a la puerta riéndome más todavía, aún enferma de placer, le tiré dos besos, uno por mejilla… y le miré desde el taxi y haciendo un exceso, le dije:

Te lo daré cuando pasen 19 días y 500 noches…
BlondieCualquier parecido con la realidad es pura coincidencia

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