16 de septiembre de 2010

Ron Bacardí

Ron Bacardí
Fotografía maliZia kiss

A mi me parece que todo el mundo tiene derecho a tener su apellido, el mío por ejemplo es kiss. Los que no tenían ni padre ni madre antiguamente les ponían Expósito y yo como tengo un gato, que no quiero tener, pues no me he esforzado demasiado en buscarle un apellido ilustre u original y le he puesto Bacardí, una forma fácil de no esforzarme y de no pensar demasiado, pero bueno el caso es que ya tiene apellido, Ron se llama ahora Ron Bacardí y es que la verdad después del fracaso de anunciarlo en mi diván, sí fracaso, grán fracaso, porque he recibido los mails más peregrinos que os podáis imaginar, que si prefiero a la gatita…que si por conocerte digo sí al gato aunque luego le abandone, que si a mi me gustas tú y no tu gato, etc…

Pues bien después de este gran fracaso para encasquetar al puto gato aquí sigo con él y como no quiero tenerle, pues él lo nota. Los animales son muy intuitivos y muy listos y el pobre cuando escucha mi voz tiembla como una gacela y se le eriza el pelo, huye de mi como alma que lleva al diablo y después le encuentro en los sitios mas peregrinos, tembloroso y acojonado, mirándome con unos ojitos lastimeros que penetran mi corazón, pero yo soy dura, no quiero que la ternura me venza, no quiero encariñarme con el puto gato, no quiero quererle joder, porque querer hiere y bastante tengo yo ya con lo mío, no me da la puta gana querer a Ron Barcardí y menos permitirle que entre en mi vida. ¡no quiero un gato¡, pero…

¿Cómo voy a abandonarlo?, ¿Cómo voy a darlo para que lo sacrifiquen?, una cosa es que sea reacia y me haga la dura y otra muy distinta que no tenga corazón, porque yo no le mimo, ni le digo cariñitos, pero ayer le compre un cesto porque me parece que todos tenemos derecho a dormir cómodos y si yo tengo una cama con un buen colchón pues Ron Bacardí tiene derecho a dormir cómodo ¿no os parece?, así que le he puesto un jersey mío de angorina en el fondo del cesto para que esté calentito. Ya lo lavaré he pensado, si no me lo destroza con sus uñas claro, que por otro lado es lo más probable. Me temo que me he quedado sin mi maravilloso jersey de angorina color blanco roto…

Vaya problemón que tengo con Ron Bacardí, hoy he abierto todos los balcones de mi casa y he pensado ¿y si tiene un accidente el pobre y se cae?, pero luego he sido incapaz y he cerrado todo corriendo y con lo calentitas que están las casas en verano y estos balcones míos tan herméticos que aíslan tanto pues la temperatura sube y sube en casa y aquí ando yo sudando como un pollo para que Ron Bacardí no se esmorcie contra el asfalto de mi calle.

¿Pero que he hecho yo para merecer esto?, me pregunto indignada…

Y los días pasan, el verano se aleja y mi futuro inmediato se vislumbra a todas luces con Ron Bacardí a mi lado.

Insisto, regalo gatito, pero la dueña no está en oferta, solo el gatito ¿vale?, así que repito la frasecita del otro día, si algún alma caritativa…

Blondie

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