5 de noviembre de 2006

Posibles y Probables

Cuando quisimos darnos cuenta, nos vimos sumergidos en posibles y probables situaciones que no sabíamos si serian o no, pero que de alguna manera buscábamos, aunque nos asustara, aunque no quisiéramos. Pero la vida juega a veces muy malas pasadas y convierte en posible y probable lo absurdo e improbable, todo depende del momento elegido por el destino, son situaciones que no se buscan pero que aparecen con una fuerza tal, que arrasan con la posible probabilidad y la convierten en otra posible probabilidad difícil de controlar......y entonces aparecen las tinieblas que es algo así como una situación entre la luz y la oscuridad, algo que no se puede palpar pero que se sabe que esta ahí acéchante............y que hace que desees con fuerza que posiblemente las probabilidades aumenten escandalosamente.

Lo andado había sido muy gratificante, pero faltaba lo más duro, el trecho final era angustioso pero teníamos que adentrarnos en el, nada se podía hacer ya, la suerte ya estaba echada y se habían puesto en marcha todos los mecanismos para que o bien todo fallara o todo saltara de una manera tan brutal que nos dejaría tocados el resto de nuestras vidas…..pero sea cual sea el resultado, será algo ya vivido en nuestro interior y bien recordaremos con dulzura o con horror ese momento, pero así están las cosas.

El camino estaba lleno de obstáculos, y teníamos mucho miedo, cada uno por una causa diferente, pero estábamos muertos de miedo, no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar. De momento solo había espesura, una vegetación salvaje y espesa y un calor tropical, diría yo, que impedía ver lo que había al final del camino.

Nos adentramos temblando, entre ansiedad y deseo por lo desconocido, entre complicidad y risas mezclado con furia y temor, pero seguíamos caminando. Cada uno llevábamos bien sujetas las armas, cargadas y con el seguro quitado, queríamos estar alertas, cualquier movimiento en falso podría ser fatal, podría destrozarnos.

Escuchamos un ruido, una especie de chillido escalofriante, sonaba mas a suplica que a escalofrío, pero cuando se habla de animales salvajes hay que definirlos como escalofriantes, ya que cuando los ves sientes un escalofrío.

Preparamos las armas y aguzamos el oído, en realidad aguzamos los cinco sentidos, hasta el sexto diría yo, solo se escuchaba el silencio, y el silencio está lleno de ruidos y de murmullos, teníamos una posible probabilidad , solo una y lo sabíamos. Avanzamos temerosos y miramos como niños asustados, temblorosos, pero con el dedo firme en el gatillo, queríamos salir de allí con vida, con una vida propia, con la cabeza bien colocada, bien amueblada se suele decir. Así que nos miramos y sin mediar palabra continuamos…. sabíamos que allí estaba el verdadero peligro pero ya no había retroceso, no había vuelta atrás, sabíamos que uno de los dos saldría victorioso y el otro quedaría tocado, y que allí estaría la pócima del chamán, al menos el que saliese indemne estaría a salvo de los espíritus malignos…sabíamos que a uno le cortarían la cabeza y que le reducirían su piel…le reducirían…

Cada segundo se hacía más intenso, costaba más evitar la incursión en ese lugar, que continuar, ya no podíamos parar, debíamos seguir hasta el final, aún a precio de nuestra cabeza

Sabíamos que al final del camino estaban los jíbaros……



Blondie

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