21 de noviembre de 2006

Mi Aparatito



Salí corriendo como jamás lo había hecho en mi vida, corría con tal fuerza que iba tropezando continuamente e incluso a veces me caía, pero me levantaba y seguía corriendo, pisaba los charcos en los que metía mis pies, sin mirar, pero mojada seguía corriendo, tropecé y me torcí un tobillo pero aún cojeando no paraba de correr, corría sintiéndome lesionada, estaba sudando, empapada y mis fuerzas flaqueaban pero seguía corriendo como una posesa, solo quería escapar y tenía la sensación que no me alejaba lo suficiente, miraba hacia atrás y allí estaba aquello de lo huía y pensaba mientras corría que cada zancada que daba me mantendría un poco mas a salvo, que la distancia me protegería, pero a pesar de pasar horas y horas corriendo cuando volvía la cabeza y miraba, cada vez encontraba menos distancia…Estaba exhausta pero no podía parar de correr, en mi mente solo había una idea fija, ¡¡correr¡¡, ¡¡correr¡¡ y así me lo repetía una y mil veces mientras corría... parecía Forrest Gump, corría como él, por ese camino sin final con la esperanza de alejarme, de que cada vez hubiese mas y mas distancia, pero cada vez había menos, era como si siempre corriese en el mismo lugar sin alejarme…me sentía desnuda y pensaba que solo me quedaba correr.

Me había empeñado en medir la distancia para comprobar que si la había y que cada vez era mayor, pero mi aparatito ese de medir distancias me estaba jugando una mala pasada, debían de habérmelo vendido defectuoso porque cada vez marcaba menos y cuanto mas corría menos marcaba, si seguía corriendo me daría de bruces con lo que huía, ¿no era esto un absurdo? ¿correr para aproximarse cada vez más a eso de lo que huyes?.

Todos los que me veían correr, me miraban, unos me hacían signos de victoria, otros me tendían un cleenex para limpiar mi sudor, otros me sonreían y los mas osados me fotografiaban, pero ninguno me preguntaba, ¿porque corres?, claro que eso no lo habría explicado.......

Algo fallaba que no alcazaba comprender, era muy extraño yo lo tenía todo controlado, cada distancia medida y etiquetada, pero ahora ya nada de eso me servía y solo tenía miedo, un miedo terrible de no saber usar bien el aparatito, y ahora mientras corría me lamentaba por no haberme leído el libro de instrucciones, por creer que por probarlo sin leerlo no pasaría nada, no fallaría... y así ahora mi aparatito no funcionaba y por no haber seguido las instrucciones, esas que nunca leí, ni haber sellado la garantía, no podía reclamar y me encontraba ante un tema con defecto de forma, de conceptos, de comprensión, ante un tema que me asustaba y me hacía sentir muy bien a la vez, demasiado bien diría yo…y es que el aparatito en el fondo no me gustaba…

¿Y ahora donde estaría el departamento de reclamaciones de aparatitos? ¿Qué haría yo?

Empecé a pensar que estaba perdiendo el tiempo, que por mas que corriera jamás me alejaría, sin mi aparatito, necesitaba ese aparatito funcionando y no lo tenía operativo…Tan siquiera era ya capaz de encontrar un técnico, solo me quedaba correr…

Correr…..correr…….

De repente abrí los ojos y vi. con sorpresa que a pesar de haber pasado horas corriendo, estaba justo en el mismo lugar, nada había cambiado, los mismos árboles, el mismo paisaje, las mismas casas, las mismas sensaciones, la misma manera de pensar y comprendí que no necesitaba mi aparatito, que de nada me valía correr……..

Me paré, jadeando, agotada de la carrera y deposite mi aparatito en una papelera, en realidad no lo deposité,-miento- , lo arrojé rabiosa, sabiendo que no me servía para nada y sintiéndome ridícula en mi extenuante carrera. Después comencé a caminar pausada….pensando que no tenía ni idea de por que huía……..

Pero lo que si que sabía es que jamás volvería a comprar otro aparatito, porque de nada valía huir……


Blondie

No hay comentarios:

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.