Yo no te deseo, ni te amo, ni te adoro, ni te quiero, ni te persigo, ni te busco, ni te llamo, ni te odio, ni te espero.
Solamente quiero que me digas algo
Algo que me haga entender lo que no entiendo, comprenderlo y procesarlo en mi mente.
Esta mente que trabaja de freelance sin mi permiso.
Y permiso no le doy pero ella gana.
Siempre ganan la vida y mi mente, mi mente y la vida. Y yo… ¿cuándo sacaré un pleno en el casino de mis sensaciones?
Estas sensaciones que perturban mi condición de humana, que añaden un exponencial muy alto a las matemáticas de mi vida y me impiden comprender que uno más uno son dos y que dos más uno son tres…
Tres son las cosas que querría preguntarte, tres, ni una, ni dos. Tres.
Y tres son las palabras nuevas para mi vocabulario, porque yo no hago relatos de amor desahuciados, porque no desahucio aquello que no amo, lo agrego al diccionario de mis dudas y utilizo las palabras para encadenar una pregunta sin respuesta a una respuesta que no pregunto.
Y por preguntar, me pregunto ¿y al final qué?, tan solo son palabras, palabras encadenadas, que forman frases y conceptos sin respuesta y nada más…Nada más.
Blondie