Tras una fuerte tempestad llegó una calma, pero una calma llena de tempestades. Los acontecimientos se sucedían vertiginosamente con tal de no pensar, pensar es malo, pensaba Estela y dejaba una estela allá por donde pasara del aroma de su perfume, que no era otra cosa que el aroma de sus vivencias, maquillados entre flores maceradas.
Y el tiempo le fue dando la razón, cuando se siente demasiado, se supera, pero no se olvida.
Así es el jaque mate de la vida…
Blondie