NADA
Nunca podré desgranar un sentimiento hasta sus confines.
Me persigue la incertidumbre en forma de incógnita.
Quiero reírme a carcajadas del mundo y sus orígenes, entender los amores y desamores de forma independiente, saborearlos y regalarlos a la nada.
No puedo perderme en unos ojos que jamás vi, ni marearme con un aroma que jamás olí, pero me siento perdida y mareada.
Rebusco en los recónditos pasillos de mi alma y solo encuentro el laberinto de la nada, porque nada hay y nada habrá.
Nada y todo se entremezclan en una maraña de nudos y retorcidos hilos, que me conducen a la desesperación de no poderlos desatar.
Quise y no quise, quise no querer y quise querer, bueno al fin y al cabo quise.
Y el cabo es el punto de partida de mi alma, que continuamente tengo que recordarle su extravío y pedirle que vuelva a su trazado camino.
Ahora me persiguen los fantasmas, quieren asustarme, pero ignoran que soy miedosa y difícil de asustar, tienen la batalla perdida, al igual que me tienen a mí perdida en un mar de confusiones.
Luces y sombras que engalanan el camino difícil y perdido de mi rebeldía.
Tengo que pagar la factura de Iberdrola.
Volveré a buscarte desamor, para recordarte que robaste mi cordura, mientras yo reía y río a carcajadas.
Ahora me persigue un señor que dice que le debo algo, pero yo no soy consciente de deberle nada. Todas mis deudas están pagadas.
Entre estas terribles persecuciones de incógnitas y dudas, nado buscando la ansiada orilla, para recordar, cuando me sienta a salvo, que nunca debí de embarcarme en las agitadas aguas de mis lágrimas.
Pero la orilla se aleja de mi descarada, me reta constantemente, mientras yo jadeo y jadeo fatigada, buscando desesperadamente el salvavidas de mi alma.
Blondie