SABINA Concierto del Martes 16 de diciembre en Madrid - Palacio de los Deportes

Foto maliZia kiss diciembre 2014

He tenido la inmensa suerte de poder asistir a los dos conciertos de Sabina y a los dos en primerísima fila, al del desconcierto del sábado día 13, al que le dio la pájara, el Pastora Soler y al del martes día 16 y hoy por la mañana aún estoy perpleja de lo que he vivido.

Desconozco que ha sucedido en ambos conciertos para marcar una diferencia tan brutal, no se si Sabina tenía el sábado un ataque de pánico como nos han contado o si tenía algo dentro inadecuado o falta de algo que si tenía el martes, no lo se, pero como diría Chavela estos ojitos mios lo que vieron anoche fue algo fuera de lo normal, fue un conciertazo en mayúsculas, emocionante y totalmente inolvidable

Sabina salio anoche al escenario del palacio de los deportes de Madrid como un huracán, arropado por sus músicos y sus amigos dejó impregnado todo el recinto de su talento desde la primera sílaba de la primera canción, nos demostró su fuerza, llenó de magia el lugar, nos transmitió su energía y nos dio como él mismo dijo que pretendía el mejor concierto de su vida

Atrás quedaron pues los Pastora Soler, la frialdad del sábado, el desconcierto de no entender que estaba sucediendo, atrás quedaron las dudas y los temores de quienes fuimos ayer expectantes sobre lo que podría suceder porque nos dejó sin habla, conectó con todos nosotros con una complicidad muy especial, consiguió que todos nos sintiésemos en casa y hasta permitió que nos acercáramos a escasos metros de él para escucharle tan, tan cerca que casi le podíamos tocar, nos miró con cercanía a los que estábamos frente a él cuando cantaba Contigo, permitió, algo insólito en él, que un amigo suyo le pidiese matrimonio a su novia en pleno recinto cantándoles Noches de boda, se paseó por todo el escenario como si estuviese en el salón de su casa en pantuflas, consiguió que su concierto fuese una reunión de amigos, nos mostró su voz rota en su máxima potencia, su voz arrugada en estado puro, sin temblores, sin grietas sin fisuras por las pudiesen colarse ningún tipo de temor, nos mostró al Sabina de siempre, al de toda la vida, al que su traje de madera no pueden confeccionarle porque aún no está plantado el árbol.

Ese fue mi Sabina, nuestro Sabina en un concierto de rompe y rasga, monumental y yo volví a quitarme el sombrero pero no para animarle o regalarle mi calor sino para brindárselo con admiración por todos los sentimientos que fue capaz de desatar en nosotros anoche…

Y hasta aquí queda mi crónica sobre el concierto de anoche, lo que sentí y pensé en él y de él,

Pero también quiero decir en calidad de afectada por el concierto del sábado que aunque se que cumplió con sus horarios y nada nos debía, efectivamente nos dio el concierto, eso no quita que las cosas se hagan de otra manera y a mi me parece que debería de habernos dado al menos una publica disculpa  y sobre todo una pública explicación y anoche tuvo la ocasión de poder hacerlo. 

Hay que tener en cuenta que muchos de los que fueron a su concierto el sábado vinieron de diferentes puntos de España para verle, hicieron un esfuerzo económico importante en estos tiempos de crisis para un concierto de 500 noches para una crisis y esperaban, al menos, que en su concierto del martes les hubiese dedicado unas palabras reconfortantes tanto a los que vinieron de fuera como a los que desde este mismo Madrid fuimos a verle y a escucharle y eso no ha sucedido ayer, una cosa es lo que la ley le ampare y otra muy distinta lo políticamente correcto, pienso que no se puede iniciar un concierto ignorando a más de diez mil almas que fueron el día 13, limitándose a hacer una mención sobre los comentarios recibidos de apoyo y complicidad y centrarse en hacer el concierto de su vida, simplemente porque lo cortés no quita lo valiente…

Supongo que todos los que se saben y se sienten sabineros de los pies a la cabeza no entenderán mis palabras, las tergiversaran o las volverán contra mi, incluso puede que digan que no tengo corazón por decir esto de un pobre Sabina que estando muy malito e hizo un esfuerzo en un escenario, y nada más lejos de la realidad porque estaba muy cerca de él y pude ver lo mal que se encontraba y las lágrimas que atisbaban lentas y tímidas por sus ojos, soy consciente de como estaba y de su esfuerzo y lo valoro, tuvo mucho merito aguantar allí arriba como lo hizo.

No se si soy o no sabinera, solo se que soy también de Sabina y me siento en el derecho de opinar, se que me gusta mucho su música y prueba de ello es que repetí el martes y no me arrepiento de ello, salí feliz y pletórica por el pedazo de concierto que nos dio, da fe de ello lo que he escrito más arriba sobre su concierto, salí pues feliz pero eso si con un puntito de tristeza al ver que pasó página y no puede escuchar de su boca esas palabras reconfortantes que esperaba por ser afectada del 13, simplemente con eso yo me habría conformado…

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Blondie

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