20 de junio de 2014

SABINA: Muy Personal- Se Me Pasó la Fecha...

Foto maliZia kiss

SE ME PASÓ LA FECHA

Un paquete acharolado apareció sobre mi teclado un día del mes de diciembre, me podían las ganas de abrirlo pero a la vez me daba pena, no quería destrozar ese hermoso papel que tanto me gustaba, ese papel rojo brillante tan maravilloso, por eso lo abrí con sumo cuidado, despegando el celo con mimo para intentar salvarlo.

Salvarlo, ¿para qué?, ¿para qué querría yo salvar ese papel que jamás reutilizaría?, no supe contestarme, pero seguí abriéndolo con exquisito mimo y lo salvé y lo guardé por ahí en cualquier lugar de esos donde se guardan los papeles que tanto gustan, esos papeles que no vuelves a buscar jamás y que al cabo de unos años los encuentras por casualidad y ya no son ni tan hermosos, ni tan brillantes…

Dentro estaba tu libro y lo cogí con cuidado, su portada era tan bonita que sentía temor de estropearlo al abrirlo, pero lo abrí, con cuidado, despacito, su olor a tinta, a imprenta inundó mi estancia y comencé a ojearlo…

Al rato ya me había olvidado que el libro era tuyo, tan solo miraba las páginas fascinada al comprobar la belleza de esos garabatos, me gustaban demasiado, no porque fuesen tuyos sino más bien porque me desconcertaban, me recordaban a los cientos de pedazos de papel garabateados por mi que iba encontrando por los fondos de mis bolsos relegados o por cualquier neceser de esos pequeños que llevamos las mujeres en esos bolsos y que un día sacamos y abandonamos en cualquier lugar absurdo de la casa o en cualquier bolsillo de cualquier chaquetón que ya ni me ponía, en la guantera de mi coche, en …¡que se yo!, en miles de lugares absurdos donde voy dejando mis garabatos azules, en el reverso de una entrada de un concierto, en el resguardo de un ingreso del banco, en…¿para qué extenderme más?. Parece muy obvio los peregrinos lugares donde puedo dejar una anotación mía, un esbozo de idea suelta…

Y tu libro empezó a cobrar vida entre mis manos, empecé a sentirme demasiado identificada con esas formas tuyas de apuntar cualquier idea en cualquier sitio, en tu forma de llenar cualquier pedazo de papel de locos pensamientos, de tachaduras y dibujos que solo tú entendías o que tu muñeca dibujaba a su libre albedrío, sin tu permiso. Sí, me recordaba demasiado a mí, porque así soy yo, mujer de servilletas y letrujas, mujer de dibujos inacabados e ideas pespunteadas en un pedazo de cualquier papel para tal vez luego, mas tarde, cualquier otro día darles forma o tal vez ya nunca…

Y pensé… Este libro tiene que firmármelo, pero para mi, no para la galería, no para hacer corriendo una foto de tu dedicatoria y tu firma y colgarla en cualquier red social para decir sin palabras, ¡¡¡ me lo ha afirmado Sabina!!!, no, yo no soy amiga de esas cosas, porque para mi un libro es un cofre lleno de secretos, de jeroglíficos por descifrar, es un espacio que yo maltrato con mi boli, que subrayo como quiero, lo envejezco, lo sobo, lo hago demasiado mío y la dedicatoria tiene que ser también mía, especial diferente, mía, tan solo mía, muy mía y para mi, solo para mi.

Aquí tengo la del año pasado, la que me pusiste sobre los sueños y los deseos imposibles, la dedicatoria en la que gentilmente te prestaste por un momento a ser mi obediente escribano, esa dedicatoria que yo te dicté y tú pusiste ¿la recuerdas?, esa dedicatoria que no ha visto la luz, que está aquí, en mi libro, conmigo.

Y este año yo quería llevarte mi libro nuevo y pedirte que escribieses algo bello sobre los garabatos inconexos de mi alma, pero se me pasó la fecha, ya ves, algo tal vulgar como eso, se me pasó la fecha…

Así soy yo, un pequeño desastre con un corazón que late al ritmo que yo le marco, un corazón anárquico que tan solo entiende de sensaciones, un corazón que vive en su mundo, en ese mundo tan recóndito que hace que olvide cualquier fecha, porque debe de ser que a mi corazón no le interesan los calendarios…

Blondie

maliziakiss.com

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